El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que deseaba limpiar su nombre para ayudar a reconstruir la confianza de Brasil en el Gobierno, en un artículo publicado en el diario The Washington Post, citado este jueves en Brasilia.
‘Paralelamente a mi lucha legal, voy a definir una agenda política positiva para el futuro de Brasil. Mi papel es ayudar a reunir a la gente, como siempre he hecho, en nuestra sociedad cada vez más fragmentada y polarizada’, indicó Lula en el escrito amplificado por medios periodísticos locales.
Insistió en que el ‘objetivo central es ayudar a los brasileños a reconstruir su confianza en nuestras instituciones políticas y legales’.
En el Brasil, que deseo ayudar a reconstruir, se protegerán y fortalecerán los derechos humanos y jurídicos, incluidos los de mis oponentes políticos, refirió el exdirigente obrero, quien salió en libertad el 8 de noviembre.
Consideró que eso sería ‘una señal de una democracia fuerte cuando todos los ciudadanos pueden estar orgullosos y confiar en la fortaleza de sus instituciones’.
Precisó que las 580 jornadas que cumplió de prisión política, ‘prácticamente en aislamiento, resultaron ser uno de los días más transformadores de mi vida política. Desde mi celda pude contemplar en profundidad los problemas que enfrenta nuestra sociedad’.
Apuntó que sus enemigos ‘esperaban aplastar mi espíritu y borrarme del mapa político. Pero la experiencia solo revitalizó y fortaleció mi compromiso, y ahora me siento listo para enfrentar los problemas de Brasil y contribuir a un mundo mejor para la mayoría, no solo para unos pocos privilegiados’.
Para Lula, las acciones del exjuez y ministro de Justicia, Sérgio Moro, en la conducción de su demanda en la operación Lava Jato perjudicaron seriamente a Brasil. ‘Él y (presidente Jair) Bolsonaro deben asumir la responsabilidad política y legal de sus acciones’.
También, detalló, ‘tiene responsabilidad Estados Unidos, donde estamos cuestionando la cooperación altamente irregular del Departamento de Justicia y otras agencias de aplicación de la ley con Moro y Lava Jato’.
El expresidente asentó que nadie debe estar por encima de la ley, pero esta debe ser aplicada justamente.
‘Nunca he pedido nada especial, solo un trato justo, imparcial e independiente ante la ley. Por eso seguiré luchando enérgicamente para limpiar mi nombre de ataques partidistas legales. Mi reciente recuperación de la libertad no es el fin de la lucha legal, es solo el comienzo’, subrayó el fundador del Partido de los Trabajadores.
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