Decenas de miles de personas marcharon este 26 de noviembre en ciudades de todo Chile en medio de una huelga general convocada por la Mesa de Unidad Social en reclamo de cambios de fondo para modificar el modelo neoliberal en el país.
En Santiago de Chile, miles se congregaron cerca del mediodía en la plaza de la Dignidad (Baquedano), desde donde marcharon pacíficamente por la Alameda hasta pasar frente a la fachada sur del palacio presidencial de la Moneda, totalmente cercado con altas vallas, sin que se registraran incidentes aunque con un fuerte despliegue policial a lo largo del trayecto.
La manifestación cerró con un acto en la plaza de Los
Héroes, donde dirigentes de las organizaciones de trabajadores, profesionales,
docentes, funcionarios públicos y pobladores, reclamaron el cumplimiento por el
Gobierno de un grupo de demandas, de solución inmediata, para paliar las
profundas desigualdades en Chile.
Los oradores aseguraron que la única manera de construir la paz es con
justicia, y reparación de las víctimas de la represión, que según expresaron,
el presidente Sebastián Piñera pretende aumentar con leyes encaminadas a
reforzar los cuerpos policiales y llevar a los militares a las calles.
Entre otras medidas exigidas se encuentran el aumento del salario mínimo a 500
mil pesos líquidos (626 dolares) y de las pensiones hasta ese nivel, como forma
de evitar el endeudamiento sistemático para sufre la mayoría de las familias
chilenas.
También reclaman sistemas de salud y educación públicas de
calidad y al alcance de todos, la eliminación de las empresas aseguradores de
fondos de pensiones y sustituirlas por un sistema de pensiones verdaderamente
solidario y el control estatal sobre servicios básicos como el agua, la
electricidad y el transporte.
Una de las consignas recurrentes a lo largo de la marcha fue la exigencia de la
renuncia del presidente Sebastián Piñera, a quien acusan de ser el máximo
responsable de las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas
policiales contra los manifestantes desde el mismo inicio de las protestas el
18 de octubre.
También los manifestantes coreaban consignas a favor de una
Asamblea Constituyente con la más amplia participación popular para redactar
una nueva ley fundamental que garantice a todos los ciudadanos los derechos
fundamentales y cambie el actual modelo neoliberal existente en el país.
Los manifestantes rechazaron igualmente el acuerdo por la paz y una nueva
Constitución firmado por partidos de derecha y una parte de la oposición, por
haberse hecho a espaldas del movimiento social y no garantizar los cambios de
fondo y la participación democrática que exige la población.
Al respecto puntualizaron que la profunda crisis social y política que vive
Chile no podrá ser resuelta por el gobierno ni el actual parlamento que están
deslegitimados por la población, sino con una asamblea constituyente
plurinacional.
Aunque la manifestación transcurrió pacíficamente hasta el final, pasadas las
13:00, hora local, fuerzas especiales de carabineros comenzaron a lanzar
chorros de agua y gases lacrimógenos hacia los participantes en el final de la
marcha.
Marchas similares, se efectuaron también en decenas de ciudades, como Concepción, Valparaíso, Coquimbo y La Serena, entre otras muchas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.