Mirada al béisbol con lupa popular

Muchas miradas confluyen en los métodos para determinar quiénes integran los equipos nacionales. (Foto: Roberto Morejón) Cuba se convirtió por estos días en un gran parque beisbolero gracias a la consulta popular para identificar propuestas que contribuyan al desarrollo de la disciplina Bajo la mirada y sobre todo la voz

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Muchas miradas confluyen en los métodos para determinar quiénes integran los equipos nacionales. (Foto: Roberto Morejón)
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Muchas miradas confluyen en los métodos para determinar quiénes integran los equipos nacionales. (Foto: Roberto Morejón)

Cuba se convirtió por estos días en un gran parque beisbolero gracias a la consulta popular para identificar propuestas que contribuyan al desarrollo de la disciplina

Bajo la mirada y sobre todo la voz aguda de su enorme “familia”, la pelota cubana es sometida a consulta popular con el único fin de identificar propuestas que contribuyan al desarrollo gradual de la disciplina.

Desde el rigor científico de sus especialistas, las vivencias de sus actores principales (atletas, entrenadores, glorias) y la auscultación desde “el graderío” de padres, periodistas, peñistas y aficionados, la serpentina de criterios recorrió toda Cuba

Aunque pudieron ser más en medio de un Teatro Principal repleto, en su parada espirituana el proceso encontró un arcoiris de criterios, como parte de una andanada nacional cuyos saldos se conocerán tras concluir toda la tabulación de propuestas, ahora que ya cerró esta variante de encuentros.    

Bajo nueve ejes temáticos que no excluyeron otras sugerencias, se diseccionó el trabajo en la base, la situación de las instalaciones, el quehacer de las academias, sistema competitivo, colectivos pedagógicos y técnicos, Serie Nacional, proceso de contrataciones, papel de las glorias deportivas y las relaciones con los medios.

A la palestra afloró la necesidad de mejorar la captación de talentos y proteger con recursos a aquellos niños y jóvenes que hoy, aun con condiciones y deseos, no pueden practicar el deporte en sus comunidades o sitios intrincados, pues sus padres no disponen del dinero para costear implementos y vestuarios. Además, que se conforme una comisión multidisciplinaria a la hora de decidir quiénes entran al alto rendimiento.

Se habló de retomar la entrada a la EIDE desde la categoría 11-12 años y que se rescate la práctica del béisbol en las escuelas a través de la Educación Física y de competencias inter-centros, intra-murales en todos los niveles educacionales, incluida la Universidad, a la vez que se colegien mejores horarios que faciliten más tiempo para las áreas habilitadas.

La consolidación de la pelota pasa, según algunos, por el rescate de instalaciones, el mayor estímulo y atención a los técnicos en la base y activistas, así como la necesidad de que se juegue más en todos los rincones, ya sea a la manera del béisbol five o pelota callejera, o de competencias de todo tipo.

Le hace falta a este deporte, desde la visión popular, que se amplíe la cantidad de juegos en campeonatos provinciales y nacionales de las categorías inferiores hasta la juvenil y que en el caso de esta última se idee una estructura que rompa con la actual por grupos y zonas que enfrenta de por vida a los mismos atletas en detrimento de su desarrollo, y también que mejoren las condiciones de alimentación y hospedaje en las diferentes provincias.

La voz colectiva sugirió tener en cuenta a profesores de la base y estadísticas de los atletas considerados con perspectivas por parte de la dirección nacional, que se amplíe la membresía y forma de selección de la Federación Cubana y se acabe de concretar la Escuela Nacional.

Hubo consenso sobre la urgencia de que los técnicos tengan mayor acceso a bibliografía actualizada a través de la tecnología, limitada hoy por falta de equipamiento en las cátedras y academias u obsolescencia del existente, así como la necesidad de introducir más elementos prácticos en los cursos nacionales. Como parte de una mayor superación y preparación, se sugieren más intercambios entre los entrenadores de la base y la provincia y que el sitio del béisbol cubano mejore su actualización y posibilidades de navegación y que, más allá de su perfil estadístico, se convierta en un repositorio de información moderna sobre el deporte para que sea una constante plataforma de consulta.

Se precisa que mejoren los medios de entrenamiento para la categoría Sub-23 y que los atletas de esta categoría tengan mayor protección financiera.

Pese a que no generó toda la polémica que logra en cualquier lugar de este país, la Serie Nacional acaparó buena parte de la atención y hubo coincidencia en buscar una estructura capaz de que en Cuba se juegue más pelota todo el año, pues hoy son demasiados los peloteros que quedan fuera en contra de la lógica de que su formación de logra jugando.

Unos abogaron por la vuelta a las Selectivas; otros, por sumar más partidos a la primera fase y volver a los encuentros nocturnos para incentivar mayor participación de público. También se pidió mayor respeto a los árbitros y más capacitación para estos, así como mejor tratamiento salarial y de atención; diferenciar la remuneración a los peloteros según su rendimiento, aporte en cada equipo y su formación profesional —licenciados o másteres—, fomentar mejores ingredientes al espectáculo en cada estadio…

Asimismo, se habló de encontrar un justo medio en el tratamiento a los “emigrantes”, por una vía u otra: por un lado, Yaser Puig hace regalías humanitarias en hospitales cubanos, Yordan Álvarez es vitoreado en Las Tunas tras ser novato del año en la MLB, equipos de la Serie Nacional juegan con implementos “donados” por cubanos de Grandes Ligas y, por otro, se reniega de ellos. Algo similar ocurre con quienes están contratados en Japón u otras ligas y que hoy ocupan casi por mandato las filas del equipo Cuba donde después son inamovibles, aunque no rindan. 

Según se ha dicho, hace falta televisar más de lo mejor que se practica en el mundo para que niños y actuales jugadores se nutran de prácticas de mayor calidad. Se dijo todo esto y más, desde una tesis: algo hay que hacer para que el béisbol no siga convaleciente. Por eso, vale la iniciativa del Inder por esta lupa popular. Ya cerró el proceso, pero no la consulta, pues está abierta a través del correo electrónico consultabeisbol@inder.gob.cu.

No se trata ahora de censurar criterios, sino de aprovecharlos todos, pues si difícil es que dos cubanos se pongan de acuerdo en este tema, imagine usted miles de voces juntas. Vale por creer que desde la sapiencia colectiva la pelota cubana, esa que nos remueve el piso aun en sus desgracias internacionales, está a tiempo de salvarse.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

Comentario

  1. Felipe coutin tarrago

    Creo q el béisbol cubano debe pasar a una etapa superior buscando patrocinadores nacionales E internacionales para hacer una liga cubana de béisbol donde puedan jugar cubanos q están afuera y extranjeros q se puedan contratar para enrriqueser y elevar la calidad y el espectáculo beisbolero cubano, además creo se debe fundar una escuela Nacional de picheo con sede dónde se diga y traer a esta los mejores prospectos del país buscándolos en toda la geografía del país donde se juega «pelota», si digo pelota como lo conocemos los cubanos de verdad y tradicionales esta es parte de mi opinión si pudiera expresarla en otro lugar lo haría pero por ahora esa es mi sugerencia

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