La administración de Donald Trump notificó formalmente este lunes a la ONU que retirará a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, una salida que podría concretarse dentro de un año.
El ejecutivo del mandatario republicano da este paso en el primer día posible, según las reglas del pacto acordado en 2015, y contra el cual Trump arremetió desde su etapa como candidato presidencial, pese a recibir muchas críticas a nivel doméstico e internacional.
Desde que 195 naciones aprobaron ese mecanismo para comprometerse a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a ayudar a los países en vías de desarrollo a hacer frente a los peores efectos del cambio climático, solo Estados Unidos amenazó con abandonarlo.
Hoy comenzamos el proceso formal de retirada del Acuerdo de París, anunció en su cuenta de la red social Twitter el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo.
En ese tuit, Pompeo sostuvo que Washington se enorgullece de su historial ‘como líder mundial en la reducción de todas las emisiones’, ‘el fomento de la resiliencia’ y ‘la garantía de energía para nuestros ciudadanos’, cuando muchos grupos ecologistas denuncian los asaltos del ejecutivo contra el medio ambiente.
Como la fecha más cercana para que Estados Unidos concluya el proceso de abandono del acuerdo es el 4 de noviembre de 2020, justo un día después de las elecciones presidenciales norteamericanas, el diario The New York Times indicó que la participación en el pacto estará determinada en última instancia por el resultado de esos comicios.
Pero los partidarios del pacto dicen que tienen que planificar un futuro sin la cooperación de Estados Unidos, y los diplomáticos temen que Trump comience a trabajar activamente contra los esfuerzos globales que buscan reducir el empleo de los combustibles fósiles, añadió el medio.
El 23 de octubre último, al intervenir en una conferencia sobre gas de esquisto en Pensilvania, el jefe de la Casa Blanca reiteró su intención de salir del mecanismo climático y defendió su decisión de eliminar numerosas regulaciones de la industria energética.
Desde su llegada al poder, Trump revocó el Plan de Energía Limpia del ejecutivo previo, hizo retroceder una regla sobre los niveles de metano de los productores de petróleo y gas, y abrió tierras federales y áreas costa afuera a la producción de esos combustibles fósiles, entre otras medidas.
En julio pasado diversas organizaciones ecologistas acusaron al presidente, quien ha llegado calificar de engaño al cambio climático, de ser el mandatario con el peor registro medioambiental en la historia del país.
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