Cada año, la Asamblea General de la ONU condena el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y la presidenta de ese organismo, María Fernanda Espinosa, también apoya esa decisión, expresó este 6 de mayo su vocera.
Así dijo a
Prensa Latina la portavoz del mayor organismo de Naciones Unidas, Monica
Grayley, quien rememoró la votación que durante 27 años ha ocurrido en esa
instancia y en la cual la mayoría abrumadora de los países miembros de ONU
manifiestan su rechazo al cerco norteamericano contra la isla. En noviembre de
2018, 189 naciones apoyaron el reclamo de terminar el cerco económico,
comercial y financiero que desde hace más de 55 años impone Washington.
Solo Estados Unidos e Israel se mantuvieron a favor de esa política que busca
provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno cubano, según
han explicado las propias autoridades norteamericanas.
Por su parte, el vocero del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric,
señaló que altos funcionarios de la misión cubana solicitaron una reunión con
el titular de Naciones Unidas, António Guterres, para debatir sobre la
activación del Título III de la Ley Helms-Burton y su carácter
extraterritorial.
El 17 de abril de este año, Washington anunció que, como parte del bloqueo
contra Cuba que mantiene desde hace 57 años, adoptará nuevas medidas mediante
la activación este 2 de mayo de los Títulos III y IV de la Ley Helms-Burton.
Desde su entrada en vigor en 1996, la Ley Helms-Burton procura universalizar el
bloqueo a Cuba mediante presiones de Washington contra terceros países, sus
gobiernos y empresas, señaló la embajadora cubana Ana Silvia Rodríguez en una
reunión en ONU del Movimiento de Países no Alineados.
La semana anterior, la diplomática cubana se reunió además con la presidenta de
la Asamblea General de Naciones Unidas y debatieron, entre otros temas, sobre
el impacto de la decision del gobierno estadounidense de activar el
extraterritorial Título III de la Ley Helms-Burton.
Así persiguen asfixiar a la isla y promover o aumentar las carencias de la
población con el propósito de imponer en Cuba un gobierno que responda a los
intereses de Estados Unidos, alertó la embajadora .
Si bien el bloqueo se ha mantenido vigente, todas las administraciones
estadounidenses desde 1996 suspendieron la aplicación de esos títulos debido a
los daños que puede ocasionar a los intereses corporativos, puntualizó.
Del mismo modo, evitaron tomar una medida tan agresiva dada la fuerte oposición
que esta acción suscita en la comunidad internacional, incluidos sus aliados
cercanos, debido a su ilegal alcance extraterritorial, subrayó Rodríguez.
El Título III de la Ley Helms-Burton permite entablar acciones legales en
tribunales estadounidenses contra entidades cubanas y extranjeras y contra
empresarios de terceros países que hayan invertido o tengan negocios de algún
tipo que involucren bienes o propiedades nacionalizados por Cuba.
Además, intensifica los impedimentos para el ingreso a los Estados Unidos de
aquellos directivos de empresas, y sus familiares, que invierten legalmente en
Cuba en propiedades que fueron nacionalizadas.
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