El papa Francisco envió este 15 de noviembre un cálido mensaje a los habaneros en vísperas del aniversario 500 de la fundación de su ciudad, San Cristóbal de La Habana.
En el videomensaje, el pontífice dijo sentirse contento de unirse a sus ‘queridos hermanos y hermanas de La Habana’ en la efeméride y señaló que en esos años ‘hay entretejidas muchas vidas entregadas por los demás, muchos sueños, esfuerzos, sacrificios compartidos para construir el presente y el futuro de los hijos de Cuba’.
En tal sentido, se refirió a la fe, caridad y esperanza, tres aspectos históricos que, en su opinión, estuvieron presentes desde los comienzos fundacionales, y todavía continúan siendo pilares para este tiempo.
Tras indicar que la fe está en las raíces de la ciudad, Francisco instó a los habitantes en la capital cubana a no olvidar ‘el testimonio de fe de vuestros antepasados’ y recordó que el acto fundacional de La Habana fue la celebración de la Santa Misa.
Asimismo, apuntó que ‘la caridad es otro aspecto que distingue al pueblo cubano’, que lo aprendió ‘de María, la Madre de Jesús, que desde los comienzos se hizo presente entre ustedes en la advocación de la Virgen de la Caridad del Cobre’.
La caridad que nos enseña María ?acotó- es dar amor, y darlo con ternura, con dedicación, y dar amor en lo cotidiano. ¿Dónde? Pues, en la familia, entre los vecinos, en el trabajo, con todos y siempre.
No importa si uno piensa de una manera u otro piensa de otra. Que haya amor, que haya concordia. Y así se fundamenta la unidad del pueblo cubano. La concordia entre ustedes. Cada uno, agregó.
‘Y, por último, otro pilar es la esperanza’, precisó el papa y añadió que ‘así como San Cristóbal cargaba y llevaba sobre sus hombros a sus hermanos, también entre ustedes, por favor, sosténganse, ayúdense, anímense y sigan adelante sin desfallecer, siempre con la mirada en la meta’.
Dificultades en la vida -subrayó Francisco- va a haber siempre, los pueblos tendrán dificultades, pero esa unidad de un pueblo, unido en la caridad, en la esperanza de andar adelante, eso ayuda a que el pueblo crezca fuerte.
‘Pido al Señor que estos pilares de fe y caridad y esperanza que los sostienen, así como la alegría que los caracteriza, se renueven y acrecienten en este tiempo de gracia jubilar’, puntualizó
Que Jesús los bendiga, bendiga a todo el pueblo cubano, que yo recuerdo con cariño cuando los visité: áQué pueblo grande! Y que la Virgen, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, los cuide. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. Muchas gracias, concluyó Francisco.
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