Hay juegos que se lanzan no con la calidad, ni con la velocidad, hay juegos que se lanzan con el corazón y así yo salí”, dijo Pedro Álvarez Jiménez, tras ganar la noche de este martes el juego de su vida.
Y habrá que darle la razón. El muchacho de la calle Santana salió con el corazón más grande que su pecho y más grande aún que el villaclareño estadio Sandino y lanzó con el corazón, que también se escribe con palabras que las decencias del idioma no permiten mencionar, pero que todo el mundo las entiende.
Con su equipo al borde del abismo y a punto de recibir un escobazo de los Leopardos con el play off 3-0, Pedrito, como le llaman los espirituanos, le pidió la pelota a su manager desde el día anterior cuando se consumó la tercera derrota al hilo de los Gallos.
Horas después honró con creces su pedido, ante un Sandino repleto, delirante y presto a celebrar la fiesta de la clasificación y frente a un equipo que había lucido irrefrenable. “Sí, la pedí porque no podía quedar con la salida pasada en el “Huelga” que no estuve bien y hoy vino el desquite”, me comentó después con la alegría con que siempre suele estar.
Y eso de pedir la bola lo hace desde que se decidió por ser lanzador en categorías inferiores. Solo que esta vez salía en circunstancias extremas, en medio de un volcán. No importó si tenía en el box contrario a un Yosvani Torres que le dobla en experiencia, mientras para él es este su primer play off.
Uno a uno fueron cayendo los capítulos, hasta que en el tercero Villa Clara le anotó la única del encuentro, cuando se complicó con un roletazo inofensivo que sorprendió al lanzador, pero lejos de amilanarse, se creció sobre la lomita. “Todo el tiempo le decía a los muchachos en el banco: “vamos c…. vamos, que una a cero no se lo llevan, solo háganme dos”, me comentó para describir el drama de la tarde-noche de este martes.
Pedrito soportó la presión de un partido que no se podía perder. Y en jornada de lujo solo permitió cuatro hits, regaló tres boletos y dio un pelotazo, todo matizado por una actitud valiente y desafiante ante cada bateador para esculpirse como héroe. “Sabes que doy la vida por mi equipo”.
Para premiar tanta hombrada, su equipo lo respaldó pese a que, para bien, el manager José Raúl sentó a varios regulares, unos por lesión como a Dayán García, y a Orlando Acebey y Yordan Manduley, por bajo rendimiento en la postemporada, Y justo este último, dio una lección de vergüenza deportiva, cuando llamado de emergente en el noveno capítulo y marcador en contra, disparó cuadrangular con dos a bordo para ponerse también el traje de héroe al voltear definitivamente el marcador 3-1y consagrar a quien desde el box había dejado ya inscrito su nombre en la historia de los play off, esos que suelen medir la estatura de los grandes.
Con la pizarra a su favor, a Pedrito le quedaban agallas: “le dije a Juan De Dios, el entrenador: “no pongas a calentar a nadie, que esto lo termino yo”. Y así fue. Apelando más que a su velocidad, —que superó varias veces las noventa millas— a su temple, completó nueve innings y cerró a todo tren con un escón de ponches que selló una actuación de leyenda y enmudeció el graderío del Sandino.
“La vida no deja morir tan fácil a un guerrero”, sentencia Pedrito.
Pedrito es un gran jugador… FELICIDADES !!! Sigue asi y llegarás muy lejos ?
Aplausos para Pedro Álvarez, un joven lleno de coraje en el box. Lo vi lanzar por primera vez cuando le lanzó a los Cachorros míos cuando estos estaban en su mejor momento y prácticamente no los dejó respirar. Ayer parecía todo un veterano. El batazo de Manduley, otro grande vino a calzar esa merecida victoria para los Gallos en general y muy especial para Pedro Álvarez.
Ojalá y sea esta victoria el inicio de una reacción para una remontada que pocos esperan pero que yo en lo particular lo deseo.
Hay jugadores en un equipo que marcan la diferencia este muchacho sin duda alguna con la sangre que tiene para jugar béisbol es uno de ellos que falta le hace a ese equipo varios jugadores como el esta para cosas grande pedrito