El presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que “Pensar como país” es “mucho más que una consigna para tiempos arduos”, para convertirse en “un ejercicio de Gobierno colectivo del que todos pueden ser parte”.
En un mensaje que publica el sitio web de la presidencia, el mandatario cubano se refirió a las opiniones ofrecidas por la población, divulgadas en ese portal digital (www.presidencia.cu), el de Cubadebate, y en las redes sociales entre el 26 de agosto y el 30 de septiembre.
A continuación el texto del mensaje del presidente cubano:
Queridos compatriotas:
Como comentaba en un tuit reciente, resulta impresionante la respuesta recibida a nuestra invitación a “Pensar como país”. No tanto por la cantidad, que no podía ser mayor en tan corto tiempo y en las condiciones
que vive la nación en las últimas semanas, sino por la calidad del contenido.
Prácticamente todos los textos recibidos transmiten entusiasmo, responsabilidad ciudadana y compromiso. Emocionan por la sinceridad al abordar nuestros problemas y por la manera en que la crítica se vuelve en
muchos casos autocrítica y casi siempre se traduce en propuestas.
Quienes hayan revisado detalladamente los mensajes, advertirán una clara sintonía entre lo que el Gobierno se ha propuesto hacer y lo que la ciudadanía demanda. El país que queremos es el mismo.
No es obra de la casualidad. Es el fruto de años de debates y búsquedas de los caminos más firmes para que transite nuestro socialismo, en consulta con el pueblo. Las discusiones sobre la Constitución y sobre los modos más
proactivos de enfrentar el cerco externo y las trabas internas, han aportado mucho a esa sintonía, que es parte de nuestra historia revolucionaria.
Habría resultado sencillo y fácil implementar las políticas de ajuste con las que el neoliberalismo creó un bienestar deslumbrante para las minorías latinoamericanas, mientras enterraba en la miseria a tantos pueblos de nuestra región desde los ya lejanos años 90 del siglo pasado.
Cuba eligió preservar la mayor cuota de justicia y solidaridad social posible. Y hemos tenido que pagar un altísimo precio: el bloqueo se ha recrudecido hasta niveles insólitos. Genocidio es la palabra exacta para
calificarlo. Y nadie puede negar que sólo gracias a la historia, a la unidad y al socialismo, no han podido destruirnos.
Creemos firmemente en las enormes potencialidades del trabajo colectivo y en las experiencias que todos los ciudadanos pueden aportar.
Intercambiar criterios, conectar propuestas diversas, que son fruto del estudio y fundamentalmente de la práctica, ayudan a iluminar el camino. El
desarrollo, la prosperidad, el bienestar que espera y merece nuestro pueblo, no pueden instalarse por decreto. Entre propósitos y conquistas median las circunstancias.
Nuestro mayor interés y esfuerzo se consagra a diferenciar las que realmente dependen de factores externos. Y no sólo el bloqueo, aunque sobre todo el bloqueo: económico, financiero y comercial -así con sus tres apellidos, que equivalen a tres cercos- sino también las injustas relaciones que la tiranía del mercado impone a todos los países de menos recursos.
Los otros obstáculos, los que dependen de nosotros mismos, están generalmente identificados y nombrados con todas sus letras en los documentos que guían el trabajo del Partido y el Gobierno. Y los mensajes de ustedes los han diseccionado con la proverbial sabiduría popular cubana.
Pero no sobra insistir una y otra vez sobre ellos, porque también es preciso reflexionar sobre la cuota que cada uno de nosotros tiene en esas dañinas circunstancias que hemos contribuido a crear.
Hemos leído cada mensaje con el mayor interés. Y nos satisface comprobar que mucho de lo que ya está implementándose o se busca transformar desde el Gobierno, va justamente por las vías que en sus escritos nos proponen muchos de ustedes.
Ya podrá verse que “Pensar como país” es mucho más que una consigna para tiempos arduos. Es un ejercicio de Gobierno colectivo del que todos pueden ser parte.
Decía Fidel que “Cuando la patria se enfrenta al imperio en un gesto sin precedente y sin paralelo, cuando se ha convertido en la primera trinchera de la defensa de América, cuando la patria es lo que quiso hacer Martí, es un verdadero privilegio ser cubano”.
De esa certeza nació nuestro llamado a “Pensar como país”. Gracias por la energía, la confianza y las propuestas.
Venceremos,
Miguel Díaz-Canel Bermúdez
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Pensar como país comienza con la libertad soberana al libre pensamiento, para dar paso al razonamiento consciente de la importancia de imbuirnos en el actuar diario en la construcción de una sociedad prospera y sostenible, guiados por los lideres salidos de la sociedad, es aborrecer desde sus raíces y consecuencias finales todo indicio y tipo de corrupción, es limpiar nuestra conciencia de vestigios y ansias de riqueza personal, es aportar confianza y ayuda reciprocas como garantía de los futuros logros comunes, es saber que lo cubano como logro histórico está por encima de nuestras individualidades.