Un proyecto de ley introducido en el Senado estadounidense con el fin de eliminar las restricciones de viajes a Cuba cuenta hoy con el respaldo de casi la mitad de los legisladores de ese órgano.
De hecho, el principal promotor de esa iniciativa presentada ayer en la
Cámara Alta, el demócrata Patrick Leahy, señaló que, según sus conversaciones
con colegas, además de los 46 copatrocinadores iniciales que tiene la
propuesta, más de 60 de los 100 miembros del Senado podrían apoyarla.
Tales números parecen una garantía de éxito para la legislación en esa parte
del Capitolio, pero como advirtió el propio Leahy en un comunicado sobre el
tema, eso depende de que el liderazgo republicano permita someter a votación la
iniciativa, que daría la posibilidad a los estadounidenses de viajar libremente
a Cuba.
Las palabras de Leahy pueden estar relacionadas con que, en ocasiones
anteriores, los líderes del Congreso estadounidense no han permitido el avance
de diseños legislativos encaminados a eliminar algunas prohibiciones vinculadas
con la nación caribeña.
De acuerdo con el proceso establecido en el Capitolio, un representante o un
senador patrocina un proyecto de ley que luego es asignado a un comité
específico para su estudio, y luego, si ese panel lo decide, el proyecto se
pone en un calendario para ser votado, debatido o enmendado en el pleno.
Pero incluso si un diseño de ley recibiera la aprobación en el comité al cual
fue referido, no significa necesariamente que será votado, pues los líderes de
la mayoría en la Cámara Baja y el Senado pueden decidir qué se somete o no a
consideración, aun cuando una propuesta tenga un respaldo amplio.
El proyecto de ley presentado ayer ante el 116 Congreso por Leahy y otros 45
copatrocinadores, con el título Ley de Libertad de los estadounidenses para
viajar a Cuba de 2019, fue enviado al Comité de Relaciones Exteriores.
La iniciativa, que está acompañada por una acción similar en la Cámara Baja,
pondría fin a restricciones impuestas bajo normativas de 1996 y 2000 a los
ciudadanos norteamericanos y residentes legales en este país, y eliminaría las
prohibiciones de transacciones relacionadas con viajes al país caribeño,
incluidas las bancarias.
Esta no es la primera vez que se promueven en el Capitolio proyectos de ese
tipo, pues también se buscó levantar las restricciones de viajes a la isla por
esa vía en 2002, 2009, 2015 y 2017.
Ninguna de esas propuestas previas superó la fase de consideración de un comité
ni fue llevada a votación en ninguno de los plenos.
La más reciente de ellas, impulsada por el exsenador republicano Jeff Flake en
mayo de 2017, tuvo en total 54 copatrocinadores, pero tampoco registró más
acción que la de ser referida al panel de Relaciones Exteriores.
A principios de este año, luego de que los demócratas tomaron la mayoría en la
Cámara de Representantes, el presidente de la coalición Engage Cuba, James
Williams, declaró a Prensa Latina que desde algún tiempo las legislaciones
favorables a un acercamiento a Cuba tenían apoyo bipartidista mayoritario.
Sin embargo, sostuvo que el liderazgo previo de ese órgano, en manos del
Partido Republicano, evitó que se sometieran a votación temas relacionados con
el levantamiento de restricciones a la isla.
Así sucedió en septiembre de 2017, cuando por segundo año consecutivo la
dirigencia de la Cámara Baja bloqueó una propuesta encaminada a ayudar a los
agricultores estadounidenses a vender productos a Cuba.
En ese momento, el congresista republicano por Arkansas Rick Crawford quiso
incluir una enmienda en las facturas de gastos del año fiscal 2018 con el fin
de impedir las restricciones al financiamiento de ventas agrícolas al país
caribeño, pero los líderes del órgano insistieron en declarar ese cambio ‘no en
orden’.
A finales del pasado año el Congreso aprobó la Ley Agrícola de 2018, la cual
incluyó una disposición para permitir a los productores estadounidenses
utilizar programas de promoción de mercado en la nación antillana.
Según señaló entonces Engage Cuba, esa fue la primera legislación en más de 20
años que derogó parte del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
por Washington contra la nación vecina hace más de seis décadas.
Mientras tanto, y cuando la administración del republicano Donald Trump sigue
empeñada en recrudecer ese cerco, otras normativas ya introducidas en el
Capitolio como la Ley de Libertad para Exportar a Cuba de 2019, la Ley de
Normalización de Relaciones Estados Unidos-Cuba o la Ley de exportaciones
agrícolas a Cuba, siguen esperando por la acción del Congreso.
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