Aunque hasta hace poco no estaba reconocido por los historiadores, la Caravana de la Victoria o de la Libertad pasó por Tuinucú el 6 de enero de 1959 en su trayecto hacia La Habana, con el Comandante en Jefe Fidel Castro al frente
Tuinucú, como algunas otras localidades espirituanas, tuvo tres alegrones populares masivos con motivo del desplome de la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista; y estos fueron el 19 de diciembre, día de la liberación del poblado; el Primero de Enero de 1959, cuando se conoció la noticia de la huida del dictador a República Dominicana, y el 6 de enero de 1959, cuando la Caravana de la Libertad lo incluyó en el trayecto en su paso triunfal hacia La Habana.
Pero, ¿por qué tuvo que desviarse la Caravana cerca de 15 kilómetros del eje longitudinal de la Carretera Central para cruzar por el batey del entonces central de los Rionda? Sucedió que el 21 de diciembre comandos revolucionarios derribaron el puente de La Trinchera, en la vía central, sobre el río Tuinucú, durante la lucha por Guayos y Cabaiguán, lo cual dejó aislado Sancti Spíritus de esos pueblos y de Santa Clara.
Acerca de esa decisión refirió hace unos años el combatiente de la Columna No. 8 Arbelio Bernal Rodríguez al obrero azucarero Carlos Manuel Meléndrez Cancio, historiador de Tuinucú, que él fue testigo de una conversación que tuvo el Comandante Che Guevara con el capitán Antonio Núñez Jiménez sobre el particular.
En esa ocasión el Che le pregunta a Núñez Jiménez qué posibilidad había de interrumpir el tránsito por la Carretera Central, es decir, qué posibilidad había de destruir el puente de La Trinchera sin dividir al país en dos; y entonces Núñez Jiménez —según le contó Bernal a Carlos Manuel— le dice al Che que esa posibilidad existía, porque en 1957 se había inaugurado la carretera entre Zaza del Medio y Sancti Spíritus, la cual podía ser una ruta alternativa.
Todo parece indicar que el Che, con su gran olfato militar y político, y basándose en el desarrollo vertiginoso de los acontecimientos y el muy probable rápido desplome de la dictadura, ya estaba previendo lo que vendría y por eso pidió dejar una vía expedita para cuando Fidel viniera desde Santiago de Cuba en su recorrido hacia La Habana pudiera continuar camino luego de llegar a la ciudad de Sancti Spíritus.
La respuesta de Núñez Jiménez, según Arbelio, fue que sí, que el puente de La Trinchera se podía tumbar para impedir la llegada de refuerzos desde el Escuadrón 38 de la Guardia Rural en Sancti Spíritus, a los guardias sitiados en Guayos y Cabaiguán y aún quedaba la posibilidad del cruce al occidente de la isla por Tuinucú.
Acto seguido fue quemado el puente de madera que existía entre la localidad de Tuinucú y Sancti Spíritus, y entonces colaboradores del Ejército Rebelde en la zona, que pensaban destruir también el puente de Alicante recién construido en la vía nueva entre Zaza y Sancti Spíritus, recibieron la instrucción de bloquearlo, lo que hicieron situándole encima un enorme árbol de ateje y un buldócer viejo.
Esta decisión se asume porque iba a ser esa, precisamente, la vía que debían utilizar Fidel y su comitiva en su viaje desde Oriente a La Habana, pasando por Tuinucú y siguiendo el Camino del Quemado y luego el de La Fragua, hacia la Carretera Central y la localidad de Guayos, cosa que se realizó en la práctica por la Caravana de la Libertad.
Por fin el 5 de enero en horas de la noche llega la también llamada Caravana de la Victoria a Sancti Spíritus, donde hubo un gran acto popular en el parque Serafín Sánchez y Fidel pronunció un memorable discurso en la madrugada del 6 de enero, desde uno de los balcones del edificio de la entonces Sociedad El Progreso.
Y así, al amanecer del 6 de enero, empezaron a llegar los primeros carros de la enorme columna desde Sancti Spíritus, según Carlos Manuel, que entonces solo tenía siete años: “Venían todo tipo de vehículos en aquella caravana: camiones, yipis, camionetas, tanques, tanquetas y hasta ómnibus, cargados de rebeldes barbudos, de civiles y de soldados del antiguo régimen, que se habían unido a la Caravana por invitación de Fidel”.
Quienes allí estuvieron recuerdan que en la inmensa columna ondulante había un carro —el cual fue fotografiado— que era el que iba al frente, el cual tenía un letrero grande que decía: “Columna 1 Cepillo Oriental”.
La Columna No. 1 José Martí, la que todo el mundo sabía que era encabezada personalmente por el Comandante en Jefe, era seguida por una caravana inmensa de carricoches. Entonces los rebeldes bajaron en Tuinucú y la población los aclamó y se mostró desbordada de atenciones con ellos. Fue un día maravilloso en el que los habitantes del poblado se congregaron en la calle principal para saludar y brindar café y golosinas y aclamar a esos hombres que cual reyes magos venían del Oriente.
Ellos llegaron por la entrada de Tuinucú a Zaza, de ahí pasaron por el centro del pueblo y siguieron por el Camino del Quemado, a seguir al Camino de La Fragua, que eran terraplenes en muy buen estado, en su viaje hacia la capital de todos los cubanos haciendo historia a cada paso.
Si pudieran hacer un reportaje sobre cómo fue el paso de la caravana por la Ferrolana, el cual se dice fue motivado por la voladura del puente sobre el río Zaza
La caravana también pasó por La Ferolana en el Municipio La Sierpe. Fuera bueno leer un trabajo de esta parte del trayecto para conocer mas de esa historia.
Yo me pregunto, si los que venian en la Caravana y fueron parte del proceso estaban vivos para contarlo y asi no los contaron, por que dice el articulo que «no estaba reconocido por los historiadores el paso por Tuinicu»?
los historiadores estan para contar la historia, no para inventarsela. Vamos que la caravana fue en 1959 no el 1599 mucho de los que fueron parte de los hechos estan vivos todavia.