Reanuda su producción planta de arena sílice en Sancti Spíritus

Después de una larga parada que se extendió por siete meses para ser sometida a una reparación capital, la planta de beneficio de arena sílice espirituana, cercana al poblado de Casilda, en Trinidad, reanudó su exclusiva producción, que tiene como principal destino la industria metalúrgica cubana.

Actualmente, explicó Milexys Mursulí López, directora de la unidad perteneciente a la Empresa Geominera del Centro, existen tres plantas de procesamiento en Cuba: la de Guanes, en Pinar del Río; la de Buenavista, en la Isla de la Juventud, y la industria trinitaria. “La nuestra —aclaró— es la única entidad del país donde la materia prima se puede utilizar para fundiciones metálicas”.

A la obsolescencia tecnológica de la procesadora, acotó Milexys, se sumó la pérdida de equipamiento por diferentes razones, de modo que se reparó toda su estructura, incluidos los motores. También, explicó, se sustituyó el tambor, una parte esencial del proceso productivo ya que allí es donde se lava la arena y de ello depende la calidad del producto final.

El costo de la inversión, ejecutada por los trabajadores del centro junto a una brigada villaclareña perteneciente a la Empresa de Servicios Industriales, rondó el millón de pesos y permitió, además, que se construyera una nueva banda transportadora destruida desde hace más de una década.

La directiva puntualizó, asimismo, que actualmente existe una amortización de los planes productivos. “Las 10 000 toneladas que entregamos en el 2018 este año se redujeron a 5 000, cifra que estamos a punto de completar en menos de seis meses de trabajo. También hemos reajustado la jornada laboral, ya que a partir de la coyuntura energética que hoy tiene el país el proceso de lavado y clasificación de arena sílice se realiza de diez de la noche a diez de la mañana para aprovechar el horario de menor demanda eléctrica”, agregó.

El mineral salido de las canteras trinitarias tiene como principales clientes la productora Planta Mecánica, de Villa Clara; la industria del níquel, en Moa; las fundiciones de la Empresa de Logística Azumat y, en menor medida, la Empresa de Materiales de la Construcción de la provincia para la fabricación de mortero cola.