El Supremo Tribunal Federal, máxima instancia judicial de Brasil, reanuda este martes el debate sobre el pedido de liberación de Luiz Inacio Lula da Silva, luego de que el portal The Intercept revelara información que confirma la parcialidad de la investigación y del juez que condenó a Lula, Sergio Moro, quien coordinó su estrategia con la Fiscalía para llevar a prisión al expresidente y líder de izquierda brasileño.
La segunda corte del Supremo Tribunal Federal (STF) colocó en su agenda el análisis del habeas corpus presentado por los abogados de Lula, luego de que uno de sus cinco jueces, Gilmar Mendes, liberara la causa para que continúe su examen.
El pedido de la defensa para liberar al exmandatario llegó a recibir dos votos en contra antes de la interrupción del proceso, pero los magistrados del Supremo pueden modificar su parecer mientras duren los debates.
Los abogados de Lula cuestionan una negativa de liberación pronunciada por un tribunal inferior (el Superior Tribunal de Justicia).
Lula, de 73 años, cumple desde abril de 2018 una pena de 8 años y 10 meses de cárcel como presunto beneficiario de un apartamento concedido por una constructora para obtener contratos en Petrobras, una versión que ha quedado en entredicho recientemente, y que su defensa y numerosos abogados brasileños han denunciado esconde móviles políticos.
La filtración de conversaciones entre el juez Moro, actual ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro, y el fiscal de la operación anticorrupción Lava Jato (Lavado Rápido), Deltan Dallagnol, que evidencian que buscaron impedir el regreso de Lula a la presidencia, han abierto la posibilidad de que el Supremo Tribunal Federal debata el 25 de junio otro recurso que cuestiona la imparcialidad de Moro, autor de la condena en primera instancia.
El Consejo Nacional del Ministerio Público de Brasil abrió una investigación disciplinaria para determinar si los fiscales mencionados en los informes que publicó The Intercept cometieron faltas en sus funciones, como la de no mantener equidistancia con el juez Moro y tener una actuación “político-partidaria”.
The Intercept publicó conversaciones privadas en la plataforma Telegram, registradas entre 2015 y 2018 entre el juez Moro y el fiscal Dallagnol y entre este último y sus colegas que preparaban la denuncia contra Lula.
La publicación asegura, además, que dispone de “un archivo colosal” del que solo sacó a relucir solo “una pequeña parte”.
El confundador de The Intercept, Glenn Greenwald, fue quien reveló en 2013 las filtraciones de Edward Snowden sobre los programas de vigilancia masiva implementados por la NSA estadounidense.
El Partido de los Trabajadores de Brasil (PT) instó a la movilización contra lo que llamó “farsa judicial” y distribuyó un comunicado en el que señala que “las revelaciones de la página The Intercept Brasil exponen la real dimensión de una trama criminal, en conversaciones que cubren de vergüenza el sistema judicial brasileño”.
Las filtraciones sobre la parcialidad en el juicio a Lula generaron una ola de críticas y denuncias en Brasil y otros países. En un tuit, la expresidenta Dila Rousseff afirmó que “el país, sus empresas y personas inocentes están siendo sacrificados por el ansia de poder y gloria de algunos jueces y de un grupo de procuradores”.
Para Glesi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), dijo que son “informes muy graves que constatan algo que denunciamos desde el principio: la persecución a Lula y al PT, que todo era un proceso político que quería desarticular al partido, acabar con la carrera política de Lula e impedirle contender en los comicios. Eso queda claro en los mensajes entre los procuradores de Lava Jato y la actuación parcial del entonces juez Moro, quien ayudó a que la acusación a funcionara”.
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