El reconocido jurista y diplomático asistió al encuentro con miembros de los Comités de Defensa de la Revolución de la villa del Yayabo, junto al periodista Humberto López Suárez, conductor del programa televisivo Hacemos Cuba
El bloqueo no surgió después de las primeras nacionalizaciones realizadas por la Revolución triunfante, como piensan algunos, sino que surgió el mismo primero de enero de 1959 y el propósito de destruir a la Revolución data de ese momento e incluso antes, recordó el doctor Ricardo Alarcón de Quesada en masiva asamblea con miembros de los Comités de Defensa efectuada la noche del viernes en la Plaza Hanoi, en Sancti Spíritus.
El reconocido ex canciller expresó la idea de que todas las medidas de estrangulamiento de la Revolución cubana cristalizaron en 1996 en la conocida Ley Helms-Burton, o Ley de la esclavitud, como le decimos los cubanos, la cual sistematiza todo el conjunto de normas y disposiciones adoptadas por sucesivos gobiernos norteamericanos a lo largo de décadas con el propósito de estrangular a Cuba y cambiar su sistema político.
El también ex presidente de la Asamblea Nacional reiteró su criterio de que la Helms-Burton fue redactada por elementos pertenecientes al antiguo régimen de Fulgencio Batista, derrocado el primero de enero de 1959, los cuales se escaparon esa misma madrugada con el dictador para Miami o Republica Dominicana —donde se refugió inicialmente el sátrapa— dejando abandonadas sus muchas propiedades, la mayoría mal habidas.
Tan grande eran el número y magnitud de esas posesiones, recordó Alarcón, que Fidel decidió crear un ministerio que se llamó Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, del cual puso al frente al comandante espirituano Faustino Pérez, para restituirle al país esos recursos. De manera que cuando se dictan las primeras nacionalizaciones como ocurrió con la Ley de Reforma Agraria de mayo de 1959, ya estaban en manos del Estado cubano importantes propiedades de personeros y testaferros del régimen.
No puede extrañar entonces —argumentó quien se desempeño también como representante de Cuba ante la ONU—, que la Ley Helms-Burton fuera una hechura de los batistianos, prueba de lo cual es que comienza por exigir las devolución de esas propiedades abandonadas el primer día de enero de 1959, a sus antiguos dueños o a sus descendientes, por lo que clasifica como una ley batistiana y anexionista.
El reconocido intelectual recordó que la Ley Helms-Burton de 1996 contempla en su Artículo II el derrocamiento de la Revolución y el nombramiento de una especie de interventor o procónsul para Cuba, encargado de dirigir y monitorear la situación en la etapa de transición de la isla hacia un estatus de protectorado colonial, lo que trató de materializar George W. Bush en 2003, a raíz de la invasión y ocupación de Iraq con su plan para una Cuba libre, llegando a nombrar para ocupar el cargo a un señor llamado Caleb McCarry.
Expuso Alarcón que prácticamente no pasa un día sin que nos enteremos de nuevas medidas de estrangulamiento contra nuestra patria, adoptadas por la administración Trump, o nuevos hechos en esa dirección, como las amenazas de un nieto del politiquero batistiano Andrés Rivero Agüero, supuesto ganador de las fracasadas elecciones de noviembre de 1958, quien acaba de amenazar a quienes utilizan líneas aéreas o marítimas para viajar a Cuba, o se hospeden en hoteles que ellos reclaman, con el propósito de asustarlos o disuadirlos de invertir en la isla.
Alarcón también mencionó a un individuo de nombre Nicolás Gutiérrez Castaño, “Nikki”, nacido en Costa Rica de padres cubanos, quien es abogado, participó en la redacción de la Helms-Burton y reclama para si grandes extensiones de las actuales provincias de Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.
Frente a todo este entramado, apuntó Alarcón, tenemos que enfrentar plan contra plan, y si nuestros adversarios tienen el suyo, de aplicar la Helms-Burton, nuestro plan debe ser el énfasis en la economía y en la defensa y ser cada día más responsables, más eficientes, más productivos y mantener la unidad y el patriotismo de nuestro pueblo.
En el concurrido encuentro con gente del barrio, intervinieron también, el periodista Humberto López Suárez, quien actuó como moderador y dialogó con los reunidos, así como Rolando Vergel, presidente de la Unión Nacional de Juristas de Cuba en Sancti Spíritus y el doctor Ramón Reigosa Lorenzo, presidente de la filial espirituana de la Unión de Historiadores, quien disertó sobre aspectos históricos del norte espirituano y el proceso de nacionalizaciones en el actual municipio de Yaguajay.
También se produjeron interesantes intervenciones por parte de los cederistas presentes, como la de una joven llamada Yamilé, quien dijo tajante que “Cuba es de los cubanos que nos quedamos para defender la Revolución, no de quienes se fueron y ahora vienen con reclamos”.
Al finalizar este dinámico y combativo intercambio, Teresita Romero Rodríguez, presidenta de la Asamblea del Poder Popular en el territorio, y Roberto Pérez Jiménez, miembro del Buró Provincial del Partido, hicieron obsequio al doctor Alarcón, de un hermoso cuadro con la inscripción “Sancti Spíritus sigue la marcha”.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.