La disminución en el arribo de visitantes estadounidenses a Sancti Spíritus; la prohibición de los viajes de cruceros, impedidos de tocar puertos cubanos, entre estos la rada de Casilda, y la imposibilidad de acceder a aseguramientos logísticos en el mercado norteamericano constituyen impactos concretos en el turismo del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a la Mayor de las Antillas.
En la última etapa la provincia espirituana registró un descenso en la llegada de viajeros procedentes del país norteño, mercado que mostraba una tendencia gradual al alza, expuso Reiner Rendón Fernández, delegado del Ministerio del Turismo (Mintur) en este territorio central de Cuba.
En un escenario marcado por el recrudecimiento del cerco estadounidense, en junio pasado la administración de Donald Trump eliminó las licencias generales para los viajes educativos grupales “pueblo a pueblo” y aplicó una política de negación de licencias a las aeronaves no comerciales y embarcaciones de pasajeros y recreativas en estancia temporal, extendida al arribo de cruceros a Cuba.
Al decir de Rendón Fernández, tal medida afectó el auge creciente de la llegada de cruceros al país y, por tanto, al puerto de Casilda, al sur de Trinidad, cuyo centro histórico urbano, junto al Valle de los Ingenios, ostenta la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad por decisión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1988.
“Se conoce el gran interés de los turoperadores y de las líneas aéreas norteamericanas por incrementar las operaciones con Cuba”, agregó el delegado del Turismo, sector que a nivel de país reportó daños económicos por concepto del bloqueo ascendentes a unos 1 383 millones de dólares desde abril del 2018 hasta marzo del 2019, en esferas relacionadas con los viajes, los servicios, las operaciones y aseguramientos logísticos.
El directivo del Mintur en Sancti Spíritus añadió que esta política de hostilidad del Gobierno de Estados Unidos, vigente hace casi 60 años, perjudica la adquisición de diversos insumos, alimentos y tecnología en suelo norteamericano, que de comprarse allí sus costos serían menores, incluidos los de transportación.
En junio último, la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro, dispuso que los viajeros estadounidenses que lleguen a Cuba, bajo cualquiera de las 12 categorías permitidas durante la administración de Barack Obama, no podrían realizar transacciones financieras directas con empresas incluidas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas.
Tal como lo sostiene el reciente informe presentado por Cuba ante la Asamblea General de las Naciones Unidas acerca del bloqueo, la medida del Gobierno de los Estados Unidos de eliminar las licencias generales para los viajes educativos grupales “pueblo a pueblo” agrava el impacto negativo sobre la afluencia de turistas estadounidenses a la isla.
“Si bien la anterior prohibición de los viajes ‘pueblo a pueblo’ a título individual —comenta el documento—, que obligaba a los viajeros procedentes de los Estados Unidos a visitar Cuba bajo el patrocinio de una organización estadounidense, ya desestimulaba el arribo de turistas de ese país, la nueva medida suprime por completo la posibilidad de viajar bajo esta categoría”.
Siguen con lo mismo y no aprenden que con eso no van a ganar nada. Los turistas seguirán visitando Cuba. Pero eso no solo se limita a eso, a los emigrados cubanos también se nos han puesto una serie de restricciones de las que no voy a hablar por ser de conocimiento de todos pero a esto se suman todas las limitaciones impuestas por el gobierno cubano el cual tiene que darse cuenta de una vez que la emigración actual no es ya la de los batistianos que salieron en 1959 sino personas que tienen vínculos familiares y sentimientos positivos hacia su tierra y que desean viajar a Cuba entonces surgen estas preguntas: ¿por qué el alto costo de los pasaportes? ¿Por qué esa prórroga absurda cada dos años? ¿Por qué los cubano americanos ciudadanos estadounidenses no pueden viajar con pasaporte americano? ¿Por qué tengo que entrar cada dos años para no perder la residencia cubana? Esas y otras preguntas deben tener una solución inmediata en mi modesta opinión porque somos los emigrados los que estamos en el medio de todo recibiendo sanciones de ambos lados y de verdad yo creo que el gobierno cubano debe reflexionar sobre cómo acercarse a su emigración que como le dije anteriormente añora su patria. Gracias por permitir opinar.