Junto a la exportación de la miel cubana en grandes envases ha convivido desde hace años la necesidad de diversificar sus formatos comerciales, no solo para darle mayores atractivos a un producto de reconocida calidad, sino también para incorporar valor agregado a un rubro muy demandado en exigentes mercados como el europeo.
Hacia ese camino apunta la línea de envases en minidosis (19 gramos) instalada y puesta en marcha recientemente en la Unidad Empresarial de Base Planta de beneficio Sancti Spíritus, con una tecnología de procedencia española y con capacidad para entregar hasta 4 680 frascos en una jornada, inversión que desde ya sienta las bases para la comercialización del producto en divisas en mercados nacionales y externos.
Alberto Bravo Pérez, director de la Planta de Beneficio situada en la periferia de la ciudad espirituana, declaró a Escambray que en una segunda etapa se prevé el montaje de otra línea capaz de envasar alrededor de 20 tipos de formatos, fundamentalmente en plástico y algunos de cristal, tecnología parecida a la que funciona en el habanero municipio de La Lisa, que abastece el mercado turístico y las cadenas de tiendas recaudadoras, incluidos los aeropuertos.
“Las dosis menores facilitarían la venta y adquisición de la miel con mayor presentación y mejores precios, por lo que se pretende seguir creciendo en este tipo de línea de envasado a fin de aumentar en todo lo posible el valor agregado del demandado producto, hasta ahora exportado en tanques de 210 litros (55 galones)”, detalló Bravo Pérez. Hasta noviembre la planta, que procesa las mieles procedentes de Villa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus y en los últimos tiempos también ha recibido lotes de Camagüey, había beneficiado más de 2 800 toneladas de miel —el 127 por ciento de lo planificado hasta esa fecha—, a la vez que, según los estimados de la Apicultura y las capacidades de la industria, el pronóstico es cerrar el año con unas 2 973 toneladas, la mayor parte con destino a la exportación.
Otra producción que sobresale entre los derivados de la Apicultura proviene de la producción de láminas de cera, devenido importante insumo para utilizar en las colmenas y que contribuye a obtener mayor rendimiento y eficiencia en la fabricación de la miel; esa línea acumulaba hasta el mes anterior casi 2 600 cajas, niveles que cubren la demanda de las provincias centrales y ha posibilitado entregar a otros territorios. Bravo Pérez resaltó los nuevos horizontes comerciales que se le abren al sector en virtud de diversificar y expandir la explotación de otros reglones asociados a la colmena como la jalea real, propóleos, polen y el veneno de la abeja; productos con mercado y buenos precios que pudieran elevar las contribuciones monetarias de la Apicultura a la economía nacional, que tiene hoy en la miel su surtido élite, por demás, el único producto que posee dualidad de uso como alimento y medicamento.
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