La mayoría de las casas editoriales del país se suman al capítulo espirituano de la Feria del Libro, previsto hasta este 31 de marzo
Para comprender que la Feria del Libro resulta mucho más tentadora que la simple venta de ejemplares a la sombra de una carpa reluciente lo único que se necesita es asomarse al programa cultural diseñado en Sancti Spíritus a propósito de la llegada, este miércoles, de la fiesta que cada año recorre la isla de punta a cabo.
Tierra de poetas y juglares y también de buenos lectores, el Yayabo será literalmente tomado por la mayoría de las editoriales nacionales y provinciales con que cuenta el país, las que pondrán a disposición de un público diverso y exigente la gama de títulos que han preparado para la ocasión.
Rolando Lasval Hernández, director de Cultura y Arte en Sancti Spíritus, más que de la Feria del Libro, prefiere hablar de una fiesta en la que si bien la literatura lleva la voz cantante –y eso resulta muy lógico–, también se suman otras manifestaciones como el ballet, la música, el teatro…
De hecho, antes de que se vendiera el primero de los libros en los escenarios habituales –el parque Serafín Sánchez Valdivia, el bulevar de la calle Independencia y sus alrededores–, los espirituanos esperaban la presentación en la noche de este martes del emblemático Ballet de Camagüey, una agrupación que ha organizado en tierras espirituanas varias funciones y talleres didácticos.
El homenajeado de la Feria, el narrador Eduardo Heras León, Premio Nacional de Edición (2001) y Premio Nacional de Literatura (2014), adelantó su viaje desde La Habana hasta Sancti Spíritus, la ciudad agradecida que ha hojeado lo mismo La guerra tuvo seis nombres que Los desafíos de la ficción, y este miércoles le dedicará el panel inaugural del evento en la céntrica Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena.
Duniesky Contreras Madrigal, director del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL), confirmó a la prensa que aunque difícilmente la oferta literaria pueda saciar la avidez acumulada de año en año, en el territorio se dispone de títulos muy buscados, entre ellos textos de divulgación científica, político social y de ficción, que serán comercializados lo mismo en el centro histórico que en otros sitios.
Para la presentación y el diálogo con los autores se han reservado, entre otros puntos, el Pabellón Juvenil, en la sede de la Maqueta de la Ciudad; el de la Editorial Luminaria, de Sancti Spíritus, en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, y el Infantil, en la plataforma del parque Serafín Sánchez con extensión en el Centro para las Artes, a donde vuelve el espacio Ciudad contada, conducido por Rigoberto Rodríguez Entenza.
«A eso se le suman todas las extensiones a las universidades, los centros educacionales del resto de las enseñanzas y otros espacios como el Hospital Pediátrico, los centros penitenciarios y el Hogar de niños sin amparo familiar», precisó Contreras Madrigal.
Noelio Ramos, director de la Casa Luminaria, adelantó que entre las novedades de la editorial espirituana se cuentan Cantos de luna roja, de Esbértido Rosendi; Abril en lluvias de luna, de Catheryn Hernández Quesada; Celeste, el azul está en todas partes, de Anisley Miraz Lladosa, y Arroyo Blanco 1898: el otro final de la guerra de Cuba, una investigación histórica de Lourdes María Méndez Vargas.
Igualmente, se pondrán a disposición del público Cantarás hasta que mueras, del cuentista Jorge Silverio; Domino’s, de Manuel Antonio Morales Felipe; Dramaturgias, una antología de teatro compilada por Yorelbis Toledo González; Oficio de hormigas, de Sindo Pacheco, y Voces de la República, compilación de las mejores investigaciones presentadas en el evento de igual nombre, auspiciado por la filial espirituana de la Sociedad Cultural José Martí.
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