Buscar un balance en la asignación de recursos que garanticen la vitalidad de los servicios básicos de la población y de los principales sectores de la economía constituyen objetivos medulares del Ministerio de Economía y Planificación de Cuba ante la actual situación energética del país.
Alejandro Gil Fernández titular del ramo, durante su comparecencia en la Mesa Redonda, aseguró que Cuba no está paralizada, y que la dirección del país trabaja de manera proactiva en buscar soluciones, no justificaciones. “No estamos retornando a un segundo periodo especial”, aseveró.
El Ministro detalló que las medidas adoptadas deben paliar las dificultades para las dos etapas que se han señalado; una primera fase constituye la que llega hasta el día 14 de septiembre durante la cual se trabaja con el diésel que existía en el país semanas atrás y también se ha identificado una segunda etapa que se iniciará a partir de que arribe un buque de combustible al país, pero que no viene con todo el combustible que le hace falta a la economía, precisó.
“A partir del día 14 no se van a normalizar las actividades, porque, aunque tengamos el arribo de combustible tenemos que administrarlo de forma tal que hasta finales de mes garanticemos que no se paralice el país”, apuntó Gil Fernández.
Afirmó además que se han evaluado las actividades que deben protegerse como son la educación, la salud, la producción de alimentos, las construcciones, comunicaciones y servicios básicos como el transporte público, de forma tal que, aunque todas las actividades sufren afectaciones, van a seguir funcionando.
Sobre el sector del turismo el Ministro de Economía y Planificación dijo que los turistas pueden seguir viniendo al país porque todas las instalaciones cuentan con las condiciones para recibirlos y darle un servicio de calidad.
Aquellas producciones que demandan mayor cantidad de portadores energéticos, como fabricar acero y cemento, deberán limitarse temporalmente para concentrar los recursos en otras actividades esenciales para la población.
No se están tomando medidas drásticas de paralización de las inversiones del país, sino que aquellas que ya tienen una fase avanzada de terminación y que no demanda de un nivel muy importante de portadores energéticos continúan, y otras que en este momento tendrían un gasto elevado de portadores energéticos y no se van a poner en explotación durante los próximos dos meses, pueden esperar 15 o 20 días, indicó Gil Fernández.
“En sentido general se dispone de una estrategia nada se improvisa y se garantiza que con el combustible que está ya en nuestras manos y el que estará arribando en los próximos días nosotros podamos garantizar la vitalidad de los servicios básicos”, puntualizó.
Sobre la disponibilidad de combustible durante el mes de octubre Gil Fernández dijo que también pudieran enfrentarse otros escenarios de escasez, de ahí la implementación de algunas medidas en los próximos días, pero que nunca tendrían un impacto similar al del periodo especial.
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