Esta semana será clave para el presidente Sebastián Piñera y su ex ministro del Interior Andrés Chadwick, pues sobre ambos pesan sendas acusaciones constitucionales en el Congreso de la República.
Los dos son señalados por su responsabilidad política en la desmedida represión policial contra manifestaciones mayormente pacíficas tras el estallido social del 18 de octubre, y las reiteradas violaciones denunciadas por entidades nacionales y extrajeras defensoras de los derechos humanos.
En el caso de Chadwick, el Senado deberá pronunciarse el miércoles sobre la acusación, para lo cual se realizará una sesión especial en la que cada miembro de esa instancia legislativa expondrá sus valoraciones y finalmente será sometida a votación.
El 28 de noviembre la Cámara de diputados aprobó la acusación constitucional contra el ex ministro con 79 votos a favor, 70 en contra y una abstención.
Si el Senado hace lo mismo, Chadwick no podrá ser destituido, pues ya no ocupa la cartera de Interior de la cual salió en el cambio de gabinete efectuado por Piñera el 28 de octubre, pero quedaría inhabilitado para ocupar puestos públicos durante cinco años.
El exministro era una figura clave dentro del anterior ejecutivo, por su cercanía el mandatario, incluso en el plano familiar porque son primos, y para muchos era la cabeza del llamado ‘núcleo duro’.
Tras su salida prácticamente despareció del panorama político, pero a nivel de calle se comenta que aun en las sombras sigue siendo una voz muy escuchada por el mandatario a la hora de tomar importantes decisiones.
Sin embargo, algunos analistas dan por segura la condena Chadwick, como una especie de chivo expiatorio, para con ello salvar a Piñera de correr la misma suerte.
En el caso del presidente, la acusación será vista el jueves por el pleno de la Cámara de diputados, aun cuando desde la presidencia y los partidos de derecha en pleno han desestimado los argumentos en contra de Piñera.
Estos son calificados de inadmisibles porque según alegan quienes respaldan al gobernante, los hechos que se imputan aun no son investigados ni juzgados, y que la acusación solo puede proceder por actos imputables y no por aquellos cometidos por terceras personas.
Algunos analistas consideran poco probable que prospere la acusación, pues para aprobarla es necesaria la mayoría absoluta de los diputados en la plenaria y que pase al Senado, donde para destituir al presidente se requiere del voto favorable de dos tercios de los senadores.
Pero desde la comisión que analizó la acusación el diputado del Partido Socialista Jaime Naranjo, advirtió que con este proceso se pretende dejar establecido que ningún Presidente está por sobre la Constitución y la ley.
En un reciente encuentro con corresponsales extranjeros, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, advirtió que si no se aprueba la acusación, será de todas formas una victoria desde el punto de vista ético ‘porque son demasiadas las víctimas, es demasiada la indignación y no se puede permitir que en Chile prevalezca la impunidad’.
Añadió que si se aprobó en la Cámara de diputados un proceso similar contra el ex ministro del Interior ‘que recibía órdenes del presidente’, los que votaron contra Chadwick no sé como lo van a hacer para no votar contra Piñera’.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.