Cuatro de la tarde. Los centros laborales despiden a sus trabajadores. Las personas cesan sus gestiones y quienes tienen que viajar para llegar hasta su casa se preparan para su otra jornada, esa en la que dependen de la suerte en la famosa “botella”.
Se despojan poco a poco del cansancio, recuperan el ánimo y enfrentan ese momento, sin duda, incontrolable en el tiempo. La estancia puede demorar segundos, minutos y hasta horas. El éxito de la travesía depende —manifiestan algunos— de la actitud, de las buenas energías e, incluso, de la capacidad que tengan los llamados amarillos o azules para detener los vehículos en las diferentes paradas.
Lo cierto es que en medio de tal escenario aprendemos desde hacer amigos, encontrar los puntos exactos donde posicionarse hasta cómo disponer nuestras manos para intentar detener los carros. Comprendemos además los signos de muchos choferes que a través de sus manos emiten señales de “Voy lleno”, “Llego hasta allí” o “Regreso a la ciudad”.
La contradicción aparece cuando ciertos conductores se despojan de la sensibilidad y encerrados en la burbuja de que el carro —estatal por cierto— les pertenece hacen su voluntad y se detienen solo cuando conocen a alguien o se encuentran presionados ante alguna queja.
Tales hechos traslucen falta de compromiso y solidaridad con los otros, en un contexto matizado por la reducción de combustible que desde la segunda quincena del mes de abril se aplica en la provincia. Eso sin contar la falta de conciencia de quienes en la piel de jefes o choferes creen que el vehículo del cual hoy disponen lo pueden utilizar a su antojo.
Si bien es cierto que la Dirección de Transporte en Sancti Spíritus establece en cada punto de embarque de la provincia inspectores de la Unidad Estatal de Tráfico y de la propia entidad con el propósito de ayudar a que los choferes paren, tal situación no se vigila del todo. Otro de los aspectos que complica la situación, a juicio del directivo de transporte apunta hacia la dejadez de los inspectores y su escasa atención al problema.
Tanto es así que algunos pasan despreocupados por estos lugares y hacen cualquier seña con tal de calmar y convencer al pasajero o hasta la autoridad. Pero… ¿están siempre los inspectores en las zonas establecidas para la transportación?, ¿se cumplen las medidas adoptadas ante la presencia de estas indisciplinas?
Según confirmó a Escambray Carlos Hernández Roque, subdirector de Operaciones en la Dirección Provincial de Transporte, desde que el país comenzó a enfrentar las restricciones de combustible se ha reforzado la presencia de estas personas en los puntos de recogida.
“Existen zonas como la salida para Jatibonico, Trinidad, Yaguajay y El Chambelón que se priorizan debido al amplio número de personas que se mueven hacia estos sitios”, explicó Hernández Roque.
Estas regulaciones responden a la Resolución 383 del Ministerio de Transporte, artículo 7, inciso h: “Constituye obligación para los conductores detener los vehículos en los puntos de transportación establecidos a requerimiento del inspector actual”; pero las disposiciones no siempre se respetan.
Y es que medidas como separar temporalmente a los choferes de los carros, la suspensión del puesto laboral o la afectación del salario a quien incumpla con lo normado todavía no tienen el impacto necesario entre quienes desandan las vías de la geografía espirituana.
Entre los incumplidores, según alega el funcionario, figuran vehículos pertenecientes al Ministerio de la Agricultura, al Ministerio del Turismo, así como al Poder Popular.
Aun cuando el tema de las paradas de los carros depende del impulso de la conciencia, influye también la presión de las medidas; el respeto hacia el otro; que la persona sepa que si incumple con lo establecido recaerá sobre él el peso de las regulaciones administrativas.
Sin embargo, en este camino queda mucho por recorrer. ¿Cuántas veces hemos escuchado que sancionaron a alguien por no parar en un punto de recogida?, ¿cuántas veces hemos visto que los directivos responsables de las instituciones que inciden en el problema, se vean afectados? Por lo general, nada pasa.
Montados en este eslogan permitimos que un grupo de personas asuman como suyo un transporte que el Estado cubano puso en sus manos para trabajar, no para satisfacer sus necesidades personales. Cabe destacar que, a la par de este acontecimiento, existen otros individuos que sí se solidarizan con los demás; proceder plausible si queremos lograr que nuestras carreteras se conviertan también en escenario de humanismo y que quienes esperan por un aventón tengan confianza en quienes transitan hoy por la vía.
Apelar por el buen tino, exigir a los choferes y aplicar medidas disciplinarias a las administraciones que violen lo regulado ayudará a fomentar la solidaridad en los caminos. Y es que quienes esperan por un adelanto resultan en su mayoría trabajadores que se trasladan cada jornada hacia sus centros laborales; asisten a turnos médicos o realizan trámites necesarios que reclaman frenos a la falta de solidaridad en la carretera.
Hay paises donde se prohibe usar carros y combustible estatal despues del horario laboral , hay ejemplos de primeros ministros que lo han hecho y tuvieron que pedir disculpas al pais y reponer el costo del combustible, eso es en el Norte desarrollado de Europa, entonces por que no en nuestra Linda y austera isla.
Nota: combustible ahorrado para transporte publico.
la guagua azul grande que sale y entra por alla por Acopio se une a los que no paran.
Es cierto, se esta perdiendo esta categoria humana, SOLIDARIDAD……pero veamos esto en un grupo de guaguas que por supuesto no se conducen solas y pienso no existan regulaciones específicas para ellas como para vehículos de instituciones especiales, digo en este caso LAS GUAGUAS DE OMNIBUS ESCOLARES, las amarillas con franjas negras y las más nuevas anaranjadas, esos vehículos a veces están en trayectoria de rutas de transporte urbano y no paran en ningun lugar, solo a conocidos y empleados, está bien que si recorren rutas específicas con estudiantes no lo hagan…. pero se ven vacias transitar por la ciudad y por la carretera central y no hay sentimiento humano en los choferes que los conmueva a parar ¡¡¡ Como esta el tema combustible y transporte en Cuba !!! pudiendo cobrar el precio de un peso MN a los transeuntes, no se justifica para nada un recorrido vacio en su gasto de combustible, pero si por lo menos se recauda algo, por lo menos se recupera algo y se ayuda al pueblo en su movimiento constante, algunos choferes de guaguas como Acopio y ECMSS los hacen no asi AZUTECNIA y la guagua verde del MININT, LACTEO, a ellas se unen muchas más y si son ómnibus por favor no transiten vacias, ayuden al pueblo.
Falta de respeto es lo que se ve hoy en dia en las calles. Los jefes se creen que los carros son particulares y… caballero no estamos todos los dias en la calle cogiendo sol y pasando trabajo porque nos guste, somos trabajadores al igual que ustedes y todos tenemos necesidades.
La Empresa de construcción y montaje, la EAG Sur del Jíbaro son de los principales autos que carecen de frenos en la provincia. Es indignante!
Qué falta hace Pedro Saen o sus metodos de dirección. En aquel entonces era obligado la recogida de pasageros, los carros estatales no podían circular vacios.
Los llamados amarillos hoy solo están para despachar los camiones y buscarse lo suyo