Su primer nombre, Alejandro, como se ha nombrado también al gran conquistador, escritores inventores e incluso reyes, significa hombre protector o el defensor; el segundo, David, quiere decir el querido y amado, aunque bíblicamente es El elegido de Dios, quien armado con su valor y una sencilla honda venció al gigante Goliat.
Quizás no fue casualidad unir los dos nombres que lo identifican y que, por sí mismos, definen a un joven de estos tiempos que no se permite el lujo de estar ajeno a nada e intenta ser parte de todo lo que le rodea. Por eso, si alguien pasa por la barriada de Colón, cerca del Hospital Pediátrico de Sancti Spíritus ve a Alejandro David Mesa Muro en la bodega, preocupado porque la leche llega tarde o porque el techo se filtra y la primavera ya está aquí, o porque hay problemas con el alcantarillado y Comunales no hace lo suyo.
Graduado de medicina en el 2016, Alejandro sabe que su vida cambió a partir de que comenzó a ejercer en el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos y también desde la tarde en que una vecina le hiciera la pregunta a la que no pudo decir que no.
“Había recién comenzado el proceso de nominación de candidatos a delegados del Poder Popular, lo recuerdo como si fuera hoy porque fue un día antes de que se activara el Consejo de Defensa por las cercanías del huracán Irma. Me preguntó si yo estaba dispuesto a ser delegado y le dije que sí, aunque en ese momento era el secretario de la UJC de la Facultad de Ciencias Médicas. No habían pasado muchas horas cuando me llamaron a la escuela que debía ir a mi casa porque había sido nominado en un área y necesitaban llenar el documento. Aun cuando éramos tres los nominados y hubo que ir a segunda vuelta, los electores me escogieron”.
¿Cómo pudiste conjugar la carrera con algo que experimentabas por primera vez?
Al principio fue difícil y complejo, como dirigente estudiantil yo tenía algo de experiencia en eso de acoger problemas, pero como delegado se amplía el diapasón porque se trata de personas diferentes y muy diversas, con situaciones que tienen que ver con varios sectores de la sociedad y la economía; además, son mis vecinos. Pero mi compromiso con la Revolución viene de familia y la primera rendición de cuenta del delegado a sus electores fue mejor de lo que yo pensaba porque tuvo como escenario de fondo las reuniones de consulta popular del proyecto de Constitución, las personas estaban motivadas y se hacía fácil socializar.
El Poder Popular entró de pronto, como tantas cosas en la vida de este joven de 27 años que estudia la especialidad de Medicina Interna, quien en sus años de universitario fue dirigente de la FEU y miembro del Secretariado Nacional de esa organización y ha representado a los estudiantes cubanos en disímiles eventos nacionales e internacionales efectuados en el país porque estar comprometido con Cuba lo trae en su ADN.
A lo largo de su corta vida las historias en eventos, conferencias y actividades juveniles llenan una agenda, pero ni siquiera la presión que sintió en Perú, durante el Foro de los Jóvenes en la Cumbre de las Américas, donde los representantes de la juventud cubana debieron enfrentar un contexto políticamente más adverso, se compara con el hecho de haber conocido a Fidel tres meses antes de su partida definitiva.
“Fue durante el último año de mi carrera en el 2016. Dentro del secretariado nacional de la FEU yo atendía Relaciones Internacionales y se cumplían los 80 años de la creación de la Oclae y el hecho se celebró en el teatro Carlos Marx, de la capital. A su hora estuvieron allí casi todos los dirigentes de la Revolución, pero demoraba al empezar y de pronto por un lateral apareció la figura del Comandante en Jefe. Fue inolvidable porque me imaginé cualquier cosa, pero nunca que iba a tener la oportunidad de cumplir uno de mis sueños: conocer a Fidel”.
Despacio, como quien no quiere olvidar esa imagen, Alejandro vuelve a hablar del quehacer del Gobierno, de su labor al frente de la Comisión Permanente de Salud en la Asamblea Municipal del Poder Popular.
“¿Me gusta ser delegado? Sí. Lo mejor es que te da la posibilidad de ayudar a las personas, estar en la comunidad, pendiente de sus problemas. Los electores siempre te lo agradecen de alguna manera. ¿Insatisfacciones? Algunas, porque falta sistematicidad por parte de las administraciones para atender problemas solubles y pienso que el Consejo de la Administración Municipal puede estrechar más su vínculo con el pueblo y acercarse más a los problemas, eso es vital para gobernar y también debe tener como prioridad cada uno de los asuntos pendientes que lleva el delegado en su agenda, es esa la vía más fácil para dar solución a muchos de los problemas que hoy tienen los electores”.
Fue presidente de la feu en mi Facultad, tiene experiencia y juventud, fundamental para continuar con el legado de la revolución
Un joven excelente mi compañero y amigo como el tenemos muchos jóvenes que conjugar trabajo con la responsabilidad de delegado de base porque así somos los jóvenes #SomosContinuidad y #HacemosCuba
Un joven maravilloso, con un trato exquisito, le he comentado que como médico debe ser maravilloso, vamos a ver si se decide por su hermosa profesión, Felicidades Ale.