En la integral infraestructura arrocera construida por la Revolución en Sancti Spíritus que ha llevado a la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro a posicionarse entre la vanguardia del cultivo en Cuba, el soporte de la aviación agrícola asume un rol decisivo, pues interviene en más del 90 por ciento de las labores aplicadas a las terrazas.
Más allá de que en el contexto de la visita gubernamental al territorio en enero pasado salió a relucir la necesidad de incrementar las horas de vuelo como una de las condicionantes para elevar la producción del cereal, vale decir que la flota perteneciente a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA) computó el pasado año 6 368 horas de trabajo —se sobrecumplió lo pactado—, las cuales fueron determinantes para que el cultivo alcanzara los más altos rendimientos en la historia productiva de la zona.
Ernesto Cuéllar Rodríguez, director de la Unidad Empresarial de Base subordinada a la ENSA, señaló a Escambray que desde el 2013 se ha ido garantizando el crecimiento en la prestación del servicio, a la vez que existen condiciones favorables para cumplir lo contratado en el 2019 —5 657 horas—, asistencia que actualmente está limitada por falta de productos químicos en Sur del Jíbaro.
“La infraestructura de la arrocera data de la década del 70 del siglo pasado y dispone de seis pistas de trabajo —una inactiva—; en ellas, a lo sumo, pudieran volar 12 aviones, por lo que si se respetan las regulaciones vigentes para la aviación, podemos decir que no existen las condiciones técnicas para un notable incremento de las horas de vuelo, además, existe un tope que imposibilita llegar a las 8 156 horas que se solicitan”, precisó Cuéllar Rodríguez.
De manera que aspirar a cualquier aumento de las horas de servicio de los aviones en el cultivo no depende solo de la disponibilidad de la flota, se hace inevitable actuar también en el mejoramiento de la infraestructura de la Empresa Agroindustrial, sobre todo acometer acciones en las cinco pistas en explotación, activar la que están desuso, así como intervenir en los cargadores de las pistas y certificarlos por la entidad correspondiente.
El directivo informó que como parte del programa de desarrollo de la ENSA entraron al país cinco aviones y tres se asignaron a la UEB Sancti Spíritus, dotación que refuerza la flota cuyo coeficiente de disponibilidad técnica en estos momentos supera el 90 por ciento; de ahí la favorable situación del parque para asegurar el plan de vuelo contratado este año que, si bien tiene en la Empresa a su cliente principal, también incluye el saneamiento ambiental en zonas turísticas y la atención a plantaciones cañeras y áreas de cultivos varios.
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