“Socialismo” y “comunismo” estuvieron entre las palabras más repetidas por el presidente Donald Trump en su discurso de este lunes en Miami, lugar que utilizó de plataforma para incitar la sublevación de los militares en Venezuela y demostrar el supuesto fracaso de las ideas progresistas en el mundo entero.
En total el presidente mencionó “socialismo” en 29 ocasiones y “comunismo” seis veces, en una intervención de menos de cerca de 30 minutos, lo que resulta inusual desde el fin de la Guerra Fría.
Antes de dirigirse al auditorio, Trump saludó especialmente a los senadores por la Florida Marco Rubio y Rick Scott, al representante Mario Díaz-Balart, al Embajador en la OEA Carlos Trujillos y su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.
Durante los últimos meses, ese grupo ha convencido al presidente de asumir una postura más agresiva hacia América Latina, en particular contra Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Al parecer, lograron instalar en la mente de Trump la idea de que poner fin a la oleada de transformaciones progresistas y de izquierda en América Latina luciría bien en el currículum de política exterior de un presidente señalado por su falta de experiencia e incapacidad para conducir los asuntos globales.
Trump fue a Miami a darse un baño de retórica anticomunista y antisocialista que recuerda mucho las posiciones reaccionarias de Bolton y de Rubio, dos republicanos que han hecho carrera en Washington con una política de línea dura contra la Revolución Cubana y todos los gobiernos que se oponen al dominio estadounidense.
Trump repitió varias de las tesis que defiende Bolton desde hace años, como que la Revolución Bolivariana se sostiene exclusivamente por el apoyo de Cuba y no por el respaldo de millones de personas que fueron beneficiadas por los cambios introducidos desde el ascenso del Comandante Hugo Chávez al poder en 1999.
También dijo que Maduro, quien obtuvo más de seis millones de votos en las pasadas elecciones presidenciales, era una “marioneta cubana” y no un “patriota venezolano”, categoría que reservó para militares traidores que incumplieron su deber constitucional y atentaron contra la población civil.
Trump presentó en medio del discurso a Aminta Pérez, la madre del policía sublevado Óscar Pérez, quien fue ultimado junto a otros seis integrantes del grupo Resistencia en El Junquito, a 40 minutos de Caracas, donde hizo una fuerte resistencia armada y se negó a entregarse.
Aprovechó también para hacer un nuevo llamado a los militares que se mantienen leales al gobierno constitucional para que se subleven.
“Hoy tengo un mensaje para todos los funcionarios que están ayudando a mantener a (el presidente Nicolás) Maduro en el cargo. Los ojos del mundo están sobre ustedes”, dijo.
“Pueden elegir entre aceptar la generosa oferta de amnistía del (autoproclamado) presidente Guaidó y vivir su vida en paz con sus familias y sus compatriotas, o pueden elegir el segundo camino: seguir apoyando a Maduro. Si eligen este camino no encontrarán un refugio, no habrá una salida fácil. Lo perderán todo”.
Como parte de las amenazas, dijo que prefería “una transición pacífica”, pero no descartó la posibilidad de emplear una opción militar contra Venezuela.
Reportes de fuentes públicas y medios de prensa confirman que Estados Unidos despliega fuerzas militares en puntos fronterizos con Venezuela, bajo el supuesto paraguas de una acción de envío de “ayuda humanitaria”, a pesar de que es Washington quien mantiene bloqueado los ingresos venezolanos para comprar medicinas y alimentos esenciales para la mayoría de la población.
Prometió que “se avecina un nuevo día para América Latina” y arremetió contra lo que llama “el eje del mal”: Caracas, Managua y La Habana.
Aprovechando su presencia en Florida, uno de los Estados clave para las elecciones presidenciales del 2020, Trump asoció el supuesto desastre económico en los países socialistas de América Latina con las ideas que defiende un sector del partido Demócrata y aseguró una vez más que “Estados Unidos nunca será socialista”.
Si desechas menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavía