El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió este 10 de mayo sus polémicas tarifas sobre productos de China y negó que exista necesidad de apresurarse en alcanzar un acuerdo comercial con el gigante asiático.
El mismo día
en que su administración elevó del 10 al 25 por ciento los aranceles de
mercancías importadas desde esa nación con un valor de 200 mil millones de
dólares, el jefe de Estado celebró las grandes sumas de dinero que según él esa
medida trae a las arcas norteamericanas, una afirmación disputada por expertos.
Tales pronunciamientos se dan mientras representantes de los dos países celebran
negociaciones en Washington DC en busca de un pacto que ponga fin a la llamada
guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Las conversaciones con China continúan de una manera muy agradable: no hay
ninguna necesidad de apresurarse, ya que China está pagando aranceles de un 25
por ciento a Estados Unidos sobre 250 mil millones de dólares en bienes y
productos. Estos pagos masivos van directamente al Tesoro de Estados Unidos,
escribió Trump en Twitter.
Según el mandatario republicano, ya comenzó el proceso para, además de los
nuevos gravámenes de hoy, colocar tarifas del 25 por ciento sobre los restantes
productos que el territorio norteamericano importa desde la nación oriental,
con un valor de 325 mil millones de dólares.
Estados Unidos solo vende a China aproximadamente 100 mil millones de dólares
en bienes y productos, un desequilibrio muy grande, expresó el jefe de la Casa
Blanca, quien desde el inicio de su administración ha manifestado descontento
ante el déficit comercial con otras naciones, fundamentalmente con el
territorio asiático.
A decir de Trump, con los más de 100 mil millones de dólares que Washington
recibe por concepto de los gravámenes, comprarán las producciones de los
agricultores de este país, que han sido un sector fuertemente golpeados por su
política tarifaria.
El gobernante dijo que esas compras serán ‘en cantidades más grandes que las de
China’, con el objetivo de enviar tales productos ‘a países pobres y
hambrientos’ en forma de lo que él llamó ‘asistencia humanitaria’.
Tras los tuits del mandatario, el portal digital Politico consideró falsa su
declaración de que ‘pagos masivos’ se depositarán ‘directamente en el Tesoro de
Estados Unidos’.
En realidad, los aranceles son impuestos pagados por los importadores, como las
empresas estadounidenses que traen productos de China. Esos costos generalmente
se transfieren a los consumidores en forma de precios más altos, lo que puede
reducir la demanda de importaciones chinas, señaló el medio.
Similar criterio emitió la televisora CBS News, según la cual, los aranceles
son pagados por importadores como Ford o Walmart, que asumen el costo o lo
pasan a los consumidores. ‘En otras palabras, a menudo son los consumidores
norteamericanos los que pagan la factura de las tarifas’.
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