El presidente estadounidense, Donald Trump, propuso este 5 de agosto una serie de acciones tras dos tiroteos masivos ocurridos en el país, pero ninguna de las medidas incluiría un mayor control de las armas de fuego.
En una intervención realizada desde la Casa Blanca luego de las masacres que causaron 29 muertes y dejaron 53 heridos el fin de semana en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, el mandatario republicano condenó esos crímenes y mencionó una serie de posibles soluciones a adoptar para prevenirlos.
Trump, quien ofreció condolencias a los familiares de las víctimas, a las comunidades y a México, pues algunos de los fallecidos en El Paso eran personas de ese país, habló de temas como las redes sociales, los videojuegos o las enfermedades mentales, pero no hizo ninguna alusión a las medidas de control de armas demandadas por numerosos sectores.
Pedimos al Buró Federal de Investigaciones que identifique todos los recursos necesarios para investigar y desbaratar planes de crímenes de odio y terrorismo doméstico, expresó el mandatario, al referirse por primera vez en esos términos al tiroteo en Texas.
Además, dijo que ordenó al Departamento de Justicia (DOJ) proponer una legislación para garantizar que quienes cometen crímenes de odio y asesinatos en masa se enfrenten a la pena de muerte, y que esta pena capital se aplique de forma rápida, decisiva y sin años de retraso innecesario.
Debemos reconocer que Internet ha proporcionado una vía peligrosa para radicalizar las mentes perturbadas y realizar actos dementes, expresó en otro momento, y añadió que los ‘oscuros recovecos de Internet’ deben iluminarse y detener a los asesinos en masa antes de que comiencen.
Trump añadió que es necesario un mejor trabajo para identificar las señales tempranas, por lo que pidió al DOJ trabajar junto con agencias estatales y locales, y compañías de redes sociales, para desarrollar herramientas que puedan detectar a sospechosos de tiroteos masivos antes de que ataquen.
Asimismo, llamó a detener la ‘glorificación de la violencia en nuestra sociedad’, lo cual incluye a los ‘videojuegos horripilantes que ahora son comunes’, y propuso modificar las leyes de salud mental para identificar a individuos con problemas de ese tipo que puedan cometer actos de violencia.
‘La enfermedad mental y el odio aprietan el gatillo, no las armas’, expresó el gobernante republicano y aliado de la Asociación Nacional del Rifle, con lo cual repitió un argumento frecuentemente empleado por quienes defienden la portación de armas y se oponen a un mayor control de esos artefactos.
El mandatario pidió que republicanos y demócratas dejen a un lado las divisiones partidistas para enfrentar este problema y alcanzar soluciones, pero no se refirió a su tuit de esta mañana en el que se pronunció a favor de una legislación que fortalezca las verificaciones de antecedentes de quienes comprar armas.
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