Las más recientes declaraciones de los dirigentes cubanos confirman que pese a las presiones estadounidenses contra la isla el turismo en este país continúa por su cuesta ascendente.
Aunque los
ansiados cinco millones de visitantes extranjeros al cierre de año parece que
no se cumplirán, el atractivo del archipiélago y la amabilidad de su gente
siguen como atractivo medular para quienes preparan vacaciones en el mundo.
De ahí que incluso el ministro de turismo cubano, Manuel Marrero, declarara
recientemente que Cuba espera cerrar el año con el arribo de cuatro millones
300 mil turistas.
Esta es una cifra más baja respecto al plan original, en particular por el
recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra la isla, sentenció, pero
aún constituye una marca significativa.
Las nuevas prohibiciones publicadas por los Estados Unidos incluyen temas como,
cruceros, veleros y aviones procedentes del país norteño.
Marrero habló la semana pasada ante los diputados a la Asamblea Nacional del
Poder Popular (Parlamento) y en presencia del presidente cubano, Miguel
Díaz-Canel.
El titular de turismo dijo que esas medidas provocaron una reducción de la
actividad turística del 20,33 por ciento en el mes de junio.
En 2018 llegaron cuatro millones 732 mil 280 turistas, por lo que la meta para
2019, tras las prohibiciones de Washington, quedará recortada en 10 por ciento.
Dijo que el país se proponía recibir este año un millón de cruceristas.
De forma acumulada ya se atendieron a dos millones 468 mil 23 visitantes, y el
año debe concluir con más de cuatro millones de turistas pese a las
afectaciones del bloqueo, reiteró el ministro.
Por demás, la isla contará en 2019 con cuatro mil nuevas habitaciones, mientras
avanza el proceso inversionista tanto para la renovación y construcción de
hoteles como para actividades extra hoteleras.
Marrero señaló que se preparan las condiciones para la construcción del primer
parque temático del país, y aumenta el número de delfinarios, entre otros
datos. Enfatizó las condiciones de seguridad del destino cubano, una de las
razones expresadas por los visitantes para elegir a la isla.
El propio Díaz-Canel instó en la reunión citada a un mayor encadenamiento de la
producción nacional con la industria turística, concebida como motor impulsor
de la economía cubana.
Dijo que hoy esa industria da empleo a más de 111 mil cubanos y resulta una de
las fuentes principales de divisas líquidas para el país. También aporta
cultura empresarial, tecnología y conocimiento a través de la inversión
extranjera, enfatizó.
En ese sentido, exhortó a la búsqueda de nuevos mercados, sobre todo cuando
Estados Unidos prohibió los viajes de ciudadanos, cruceros, veleros, aviones
particulares de ese país a la nación caribeña.
Con estos elementos a cuestas, los analistas consideran que la espiral
creciente del turismo cubano mantiene su marcha y podrá retomar el nivel
esperado en breve.
Cuba esperaba este año a un millón de cruceristas, cifra que quedó recortada a
la mitad por las últimas acciones de la Casa Blanca para reforzar trabas
económicas, financieras y comerciales, barreras enfrentadas con eficiencia por
el turismo cubano.
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