Yazmín no ha nacido todavía y ya su futuro papá le dedicó una medalla. Hubert Godoy ganó el bronce en la barra fija de estos Panamericanos y en quien primer pensó fue en esa bebita que va a nacer en septiembre.
Espirituano de 21 años, confiesa que desde los cuatro su familia lo llevó a practicar este deporte, porque siempre estaba encaramado por toda la casa y pensaron que tanta energía debía quemarla en algo útil. No se arrepienten de haber actuado así, después de su presentación de este miércoles.
-Estuviste a punto de conseguir la medalla de plata.
-Sí, por poco, pero di un paso de más en la salida del aparato y eso me redujo la calificación. Sin embargo, siento una gran alegría porque este es el resultado más importante en mi carrera, tras un año de sacrificio en bases de entrenamiento en Cuba, Cancún y Costa Rica, por ello siento satisfacción.
-Competiste muy seguro.
-Yo tengo un control que lo aplico en el momento de competir, no voy pensando en cuáles méritos tienen los rivales y, mientras ellos más rindan se pone mejor la cosa para discutir medallas. Si por fatalidad te caes de algún aparato, es preciso levantarte y seguir haciendo la selección, ese espíritu de batalla no se puede perder.
-¿La barra fija es tu mejor evento?
-Es uno de ellos, porque también trabajo con efectividad en las paralelas y el caballo con arzones. Sabía que, si no era uno, sería otro, por alguno de ellos caería la medalla.
-¿Tienes en mente el Mundial de Alemania?
-Claro, pero antes debemos ir a una clasificación y ojalá allí logremos que todo el equipo obtenga el boleto, aunque es algo muy difícil de alcanzar.
El brasileño Francisco Carlos Barretto obtuvo el oro al sumar 14.556 puntos, seguidos por su coterráneo Arthur Nory Mariano (14.533), en tanto Godoy terminó tercero al acopiar 14.200 unidades, en una porfía en la que el cubano estuvo momentáneamente en el segundo escaño.
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