Sobre los tabloncillos de Lima, Perú, los voleibolistas cubanos escribieron una página honorable y no porque garantizaron ya una medalla de plata en los Juegos Panamericanos.
En una jornada marcada por el bochorno de la pelota en medio de la tarde sabatina, instantes después un grupo de muchachos, casi niños, la mayoría, dio una lección de coraje y de pasión. Enfrentaron y desafiaron los pronósticos y le entraron a Brasil con los bloqueos del corazón, los saques de la decisión y el recibo de la convicción.
Solo así se pudo vencer a un rival que pesa solo por el nombre. No importa si no estaban sobre cancha, los hombres más encumbrados de un país que cualquier nombre por el que decida, siempre logrará conformar un equipo de altura y que llegó a semifinal en calidad de invicto y con el favoritismo a favor.
Pero los nuestros, que se crecieron en la competencia tras perder 0-3 en el debut ante Argentina, enseñaron fibra de campeones para ganar con contundencia y ardor, con alegría y unidad para callar a Brasil en el Polideportivo Callao.
“Jugamos al mil por ciento”, diría después el espirituano Osniel Melgarejo, uno de los artífices del triunfo con sus remates que parecían odiar el tabloncillo y quien resumió en una frase las claves del éxito.
Y tiene razón. Nada pareció fallar en el equipo que redujo los tantos regalados o no por forzados, como se llaman, y por ahí ancló su triunfo. Mucho menos la fuerza para neutralizar a Brasil cada vez que intentó sacar la cabeza y las manos, como en los sets dos y tres.
Esta vez la ansiedad se tradujo en convicción de victoria y ni el saberse triunfadores les restó la concentración que hace falta para que la calidad que tienen. De controlarla se encargó Nicolás Vives, director y armador de un elenco de niños que, tras las varias debacles de este deporte en Cuba, ha tenido que jugar en cuanto torneo internacional se ha convocado en los últimos años.
La plata segura de los voleibolistas no estaba en muchos pronósticos, ni en los míos, sobre todo después de que en Barranquilla, hace un año y en un torneo menor, se fueron sin medallas, pero valga este triunfo que le hacía falta al deporte cubano en medio de una Lima difícil y compleja, mucho más para las disciplinas colectivas, que solo han traído, menos el balonmano femenino, malas noticias.
Así merecieron el reconocimiento del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por el juegazo. “Equipo masculino de voleibol cubano hace reverdecer laureles”
Hoy enfrentarán por el título otra vez a Argentina. Será como dijo también Melgarejo: “Ahora a cambiar el chip y enfocarnos en la final” Podrán ganar o perder por el título, aunque después de esto todos esperan que sea la primero. Pedro desde ya esta hornada de niños compitió con y por la gloria.
Felicidades a este equipo de voleibol que es cierto es que le falta madures apesar de que varios de ellos están jugando en el extranjero pero van bien y cuando se le una Simon ,hierrezuelo y el ruso Sánchez va a redondear un buen team y ya serían palabras mayores