La secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, se convirtió en la segunda gobernadora en la historia de Puerto Rico, luego de seis convulsos días en los que hubo tres mandatarios.
La
abogada de 59 años de edad asumió la gobernación isleña luego de que el
Tribunal Supremo determinara el carácter inconstitucional del mandato de Pedro
R. Pierluisi como gobernador, cargo que asumió apenas el 2 de agosto sin haber
sido confirmado como secretario de Estado.
Después de la renuncia de Ricardo Rosselló, que dejó La Fortaleza apabullado
por masivas protestas motivadas por la explosiva combinación de casos de
corrupción y la revelación de un polémico chat de Telegram en el que
participaba y la ilegalidad de la gobernación de Pierluisi, la funcionaria se
convierte en el tercer mandatario en seis días.
Vázquez juró al cargo en la sala de sesiones del Tribunal Supremo ante la jueza
presidenta Maite Oronoz y en presencia de su esposo, el juez Jorge Díaz y la
hija de ambos, Beatriz.
Como secretaria de Justicia, la segunda en la sucesión del mando en el Gobierno
por la ausencia de un secretario de Estado y ante la ilegalidad de la
gobernación de Pierluisi, la exfiscal se convierte en la segunda gobernadora en
la historia de Puerto Rico, después de Sila Calderón (2001-2005).
La crisis política en Puerto Rico comenzó el pasado julio, cuando Rosselló, de
40 años y el primer hijo de un exgobernador, Pedro Rosselló, electo al cargo,
se convirtió también en el primer mandatario puertorriqueño que renuncia a su
puesto antes de acabar su mandato.
El 24 de julio, Rosselló anunció su dimisión al cargo efectivo el 2 de agosto
último a las 17:00 hora local y poco después asumió Pieruisi.
El gobernador, quien ganó las elecciones el 8 de noviembre de 2016 y juró como
el duodécimo gobernador de Puerto Rico el 2 de enero de 2017, estuvo al frente
del país por dos años y seis meses.
Menos tiempo estuvo Pierluisi: apenas cinco días, después que jurara como
gobernador el 2 de agosto, después de ser confirmado por la Cámara de
Representantes, no así por el Senado, y ampararse en una enmienda de 2005 al
artículo 1 de la Ley 7 de 24 de julio de 1952.
La situación provocó una crisis constitucional que motivó al presidente del
Senado, Thomas Rivera, a recurrir al Tribunal Supremo para que zanjara el caso.
La Ley 7 establece que ‘no será necesario que el secretario de Estado haya sido
confirmado para asumir la gobernación de manera permanente’, aunque la
Constitución señala lo contrario.
Al final, el Tribunal Supremo, luego de una evaluación que tardó 24 horas y una
determinación que se alcanzó por unanimidad, decidió que el artículo de la Ley
7 era inconstitucional y, por tanto, también el mandato de Pierluisi como
gobernador.
Vázquez divulgó un mensaje grabado por televisión a las 22:15 hora local, en el
que dejó establecido que, sin pretensiones políticas, cumplirá con el deber que
le impone la Constitución, a pesar de que Rivera anticipó que deberá nombrar
secretaria de Estado a Jenniffer González, delegada en el Congreso en
Washington, para que eventualmente asuma el mando del país.
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