Agradable y para nada sorpresivo resultó observar cómo en el último Campeonato Nacional de Boxeo Playa Girón, el 52 kilogramos Yosbany Veitía ganó su octava corona de forma consecutiva y quinta en la división de los pesos mosca.
Sostenemos tal afirmación atendiendo a que el pugilista de Sancti Spíritus llevaba más de nueve meses fuera de la preselección cubana, tras cumplir una medida disciplinaria por no hacer el peso en el torneo clasificatorio de Tijuana, México, certamen disputado en marzo de 2018 y que confirió los boletos rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018.
Ante esta situación, Veitía mantuvo su constancia y siguió desde su tierra natal la preparación física requerida para encarar el 57 Playa Girón y demostrar a los preparadores cubanos que estaba en condiciones para regresar al equipo grande.
Los 52 kg son ahora mismo una de las divisiones con mayor calidad de boxeadores en el país. Además de Veitía, en esta categoría habitan hombres de experiencia y jóvenes con un futuro alentador. El espirituano Jorge Griñán, el camagüeyano Raicel Moncada, el guantanamero Rafael Joubert, el habanero Agnolis Bigñote y el cienfueguero Erislán Romero claman con fuerza por tomar el primer lugar en los 52 kg.
Sin embargo, «el Diablo de Fomento», como se le conoce a Veitía, ha encontrado en los últimos años la fórmula para neutralizar las embestidas de cada uno de sus rivales y continúa encaramado en la cúspide de su división.
El rey de los pesos mosca dialogó con Granma sobre su carrera en los últimos meses y los retos para la temporada del año 2019.
«Luego de ser sancionado, me enfrasqué en cumplir con la medida y pasé a entrenar en mi provincia. En ese tiempo tuve bien definidos dos objetivos: retener la corona nacional y regresar al plantel nacional», remarcó.
Veitía resaltó que la preparación física y el trabajo que realizaron con él varios entrenadores de Sancti Spíritus fueron las claves para alcanzar su medalla de oro en Camagüey.
Al recordarle que todos los boxeadores de los 49 kilogramos tendrán que pasar hacia los 52, atendiendo a la paulatina desaparición de los pesos minimoscas, según dictaminó la aiba, el púgil yayabero respondió que en el pasado militó en la división más pequeña del boxeo, por lo que conoce a buena parte de las figuras que subirán de peso.
«Esto provocará que los 52 kilogramos sean más competitivos en Cuba y para mí constituye una motivación extra para hacer las cosas mejor. Internacionalmente también encontraré a viejos conocidos sobre el ring, pero tengo la certeza de que con una buena preparación puedo seguir
sacando victorias para mi provincia y el país», añadió.
«Espero seguir perteneciendo al equipo Cuba, tengo el deseo de volver a competir por los Domadores en la IX Serie Mundial de Boxeo. El 2019 es un año cargado de eventos internacionales y yo quiero estar ahí, sobre todo en el Campeonato Mundial de Rusia para revalidar mi título de 2015, obtenido en la ciudad alemana de Hamburgo», finalizó.
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