Con las subseries que concluyeron este jueves, la Serie Nacional de Béisbol en su versión 60 entró en su último tercio y, por tanto, también en fase de definiciones.
A estas alturas, solo hay algo claro: ningún equipo puede jactarse de tener asegurado el boleto para la zona de clasificación, ni siquiera el líder y actual campeón Matanzas, aunque ciertamente está más cómodo que el resto.
La tabla de posiciones es un verdadero nudo en el que la distancia entre la cima y el puesto 10 es de apenas cinco juegos. Es más, hasta el puesto 13 tiene opciones de tocar la línea de clasificación de la cual lo separan menos de cuatro partidos. Y todas esas diferencias pueden ser borrables si tomamos en cuenta que quedan 25 partidos para el cierre de la clasificatoria, un momento que se alarga, pues quedan muchos partidos pendientes al ser suspendidos por lluvia, incluida una subserie completa para todos los elencos debido al alargamiento del juego de las estrellas.
Lo bueno para Sancti Spíritus es que, unas veces más arriba o tocando el borde de la zona, aún se mantiene en el pelotón de avanzada donde están desde el principio. Eso habla de estabilidad en el desempeño, a pesar de que hace más de dos meses no pisan su valla del “Huelga”, debido a que el municipio cabecera se ha mantenido en fase de transmisión autóctona limitada por la COVID-19 y ha tenido que jugar en varias sedes alternativas.
Los muchachos del Yayabo han debido sortear este y otros imponderables como lesiones de algunos de sus hombres en medio de la campaña.
¿Qué les queda a los Gallos por delante? Tienen cinco juegos vs. Camagüey, tres contra Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Cienfuegos; dos ante Ciego de Ávila, Artemisa, Granma y Santiago de Cuba, y uno pendiente frente a Isla de la Juventud
¿Fácil o difícil? Depende desde el ángulo que lo mire. Todos los rivales resultan complicados, pues de estos al menos seis tienen reales opciones clasificatorias y el resto ya ha mostrado que regala poco. Fíjese que de los equipos con que Sancti Spíritus ha cerrado ya sus cinco compromisos perdieron totalmente dos: con Mayabeque, que pugna por ascender hacia la zona clasificatoria, y con Pinar del Río, que está en ella, en tanto lleva desventaja de 1-2 frente a Artemisa, uno de los sotaneros.
Por eso la única opción es ganar y ganar. Para ello Eriel y su cuerpo de dirección tienen que mover bien las piezas, lo cual, a mi juicio, con una que otra equivocación, ha sido lo que los ha llevado hasta aquí.
Eso vale lo mismo para el bateo que para el pitcheo y sobre todo la defensa, hasta ahora la cara más fea del equipo con índices muy por debajo de la media, y hasta de la propia composición del elenco.
La ofensiva se ha repartido bastante pareja, liderada por su capitán Frederich Cepeda, quien esta semana implantó otro récord absoluto al ser el hombre que más se embasa en la historia del béisbol cubano con un total de 1 987.
Y aunque el corrido de base y el cambia-cambia de hombres ha costado algún que otro juego, este equipo no tiene muchas más opciones que el riesgo, ya que le sigue costando anotar desde segunda base y también lograr conexiones largas al punto de resultar uno de los elencos con menor producción de extrabases y si no está peor es porque los pocos jonrones, 27 (tercero que menos conecta), los compensa con los dobles: 84 (cuarto que más produce).
Ahora que los bates comienzan a pesar más, el conjunto necesita que Geisel Cepeda salga del slump en que ha caído en los últimos partidos para aportar más a la producción de carreras y apoyar al resto que se reparte las impulsadas.
Pero si un quebradero de cabeza ha tenido Eriel es el pitcheo, y si la jaqueca no ha sido mayor es porque ha tenido en Yankiel Mauris al más eficiente de los relevistas, capaz de ganar ocho juegos, salvar cuatro y ser el más efectivo de todos los lanzadores de la campaña con un PCL de 1.23.
Lo cierto es que los Gallos se han debido bandear prácticamente con cuatro abridores: Yuen Socarras, que ha trabajado bien; José Eduardo Santos, que ha cumplido su rol; Yamichel Pérez, que ha mejorado en sus últimas salidas, aunque ha mostrado que después del quinto baja su rendimiento y hay que vigilar no dejarlo de más como ante Matanzas, y recientemente el novato Luis Dannys Morales, que ha debutado bien en medio de la candela.
Pedro Álvarez fue cambiado para el rol de relevista intermedio, donde en realidad le ha ido mejor que en las aperturas, y para colmo de suerte, José Luis Braña, que le había respondido está hoy lesionado, mientras se espera por la pronta inclusión de su cerrador Yanieski Duardo.
Se acerca el juego 60, momento de altas y bajas. Mas no le quedan muchas opciones fuera a Sancti Spíritus, que no por gusto optó solo por lanzadores en su primera ronda de peticiones en el juego 30. De momento ya causó baja definitiva Roberto Hernández Navarro, por dolencias en su brazo lesionado.
Las tensiones crecen mientras el reloj del calendario acelera su tic tac. Por ahora los Gallos dependen de ellos mismos y esa ventaja, la mayor, no deben perderla mientras floten en la zona de clasificación.
El número correcto de los embasados de Cepeda debe ser 3987, por otra parte se plantea que se espera por la reincorporación de Yanieski Duardo cuando ya éste jugador lanzó contra PRI
Estoy de acuerdo con que Cepeda haya implantado el record del pelotero cubano que más se embasa, pero no debe ser 1987, pues hit solamente tiene más de 2000, o no entiendo cual es el mensaje.