Aun cuando en tiempos de la COVID-19 una parte de los círculos infantiles de la provincia continuaron prestando sus servicios a las madres trabajadoras, durante esta primera fase de recuperación la totalidad de esas instituciones volvieron a abrir sus puertas para los pequeños de casa.
En declaraciones a Escambray, Yanexsy Moreno Pérez, jefa del Departamento de la Primera Infancia en la Dirección Provincial de Educación, destacó que en la actual etapa las 33 instalaciones de este tipo con que cuenta el territorio han acogido hasta la fecha a más de 1 000 niños, cifra que ha aumentado en relación con las jornadas de inicio de la enfermedad en el país.
De igual forma, informó que se mantienen las medidas de protección, entre las que sobresalen el distanciamiento de los niños durante la hora de sueño, el lavado frecuente de las manos de los infantes y los juguetes, y el uso del hipoclorito para limpiar superficies y pasamanos.
No se permite la entrada de los padres al círculo y se extiende la entrada hasta las nueve de la mañana, con el propósito de que el pesquisaje que se realiza a los pequeños al llegar cada día al centro sea lo más certero posible.
Moreno Pérez añadió que no se realizan actividades por ciclos para evitar las aglomeraciones y se vela porque no permanezcan en estos locales ningún niño o trabajador con afecciones respiratorias.
La jefa del Departamento de la Primera Infancia añadió que durante esta primera fase y la segunda se exige el uso del nasobuco por parte de los infantes, así como por el resto del personal.
Por último confirmó que en este período aquellas madres que consideren no llevar a sus hijos a los círculos infantiles no perderán las plazas de los pequeños.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.