Aun cuando Sancti Spíritus logró durante el pasado año y hasta enero enmarcar el gasto eléctrico en los niveles fijados, la dinámica de este servicio en medio de un panorama muy ajustado para la vitalidad económica y social del país, obliga a buscar en el ahorro el camino más viable en consonancia con la estrategia nacional de encontrar las reservas financieras en la capacidad de ahorrar electricidad y combustible.
Dentro de esas coordenadas la provincia impregna mayor dinamismo a las medidas que contribuyan a disminuir el consumo de energía en el sector residencial, estatal y por cuenta propia, con acciones enfocadas a influir en la conciencia, hábitos y prácticas que estimulen el ahorro y el uso racional de la electricidad.
Abel Matos Trimiño, director de la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía (Onure) en el territorio, declaró que el énfasis principal se pondrá en fortalecer las medidas de ahorro en el área residencial, toda vez que representa alrededor del 70 por ciento del consumo eléctrico de la provincia, sin que ello implique desatender el control en los sectores estatal y cuentapropista.
No se trata, dijo, de imponer medidas ni definirles a las viviendas un consumo, lo que se necesita es despertar en las personas una conciencia de ahorro, de usar la corriente con racionalidad y el llamado principal va dirigido a tratar de desplazar las actividades de mayores gastos —cocinar, planchar y lavar— fuera de los horarios pico, acotó Matos Trimiño.
Las conocidas limitaciones de combustible que enfrenta el país a partir de septiembre pasado por el acoso a los suministros de hidrocarburos que practica el gobierno de Estados Unidos constituyen la génesis que aconseja rebajar los sobreconsumos innecesarios de electricidad en aras de evitar las afectaciones en el servicio, pues si llegara un apagón nos afectamos todos.
A fin de ilustrar la trascendencia del ahorro y su impacto en la generación y consumo de energía, la Onure aporta un ejemplo sencillo, pero determinante: apagar en cada vivienda en el horario pico: de 11:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 5:00 p.m. a 9:00 p.m., una lámpara de 20 W equivale a ahorrar 80 MW de demanda eléctrica.
Con vistas a encontrar receptividad en la población, la nueva ofensiva de ahorro asienta su acompañamiento en los organismos políticos y de masas, los cuales deberán contribuir a extender cada mensaje y medida en las áreas residenciales urbanas y rurales; a la vez que se vigorizará el actuar de los pioneros a través de las llamadas Patrullas clic, con probada efectividad en otros momentos.
El director de la Onure señaló que las medidas de ahorro implementadas anteriormente en el sector estatal han propiciado enmarcar los gastos en las partidas fijadas y, el hecho de que actualmente todas las actividades están incorporadas a la producción y los servicios, es indicativo de la vitalidad económica del país, pero resulta necesario evitar sobregastos de electricidad.
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