Dice Yeilena Martín Cañizares que baja tres veces al día las escaleras de su casa y entra a la de sus padres con el propósito exclusivo de apagar las luces y cuanto equipo encuentre encendido por gusto.
Incluso, mi amiga psicóloga procuró que su mamá escuchara nuestra conversación acerca de la urgencia de ahorrar electricidad en todas las viviendas con tal de que mi estimada Juana también comprenda que no se trata de una matraca de su hija, allí muy cerca de la calle Rosario, de Sancti Spíritus.
Yeilena sabe que el derroche eléctrico pudiera desequilibrar sus ingresos monetarios en un abril atípico dedicado a cuidar a su pequeña Geily, en aras de protegerla de la COVID- 19; la joven sabe también que es mejor apagar de día para poder encender los ventiladores en estas noches de calor exasperante; ella confía además en el poder transformador del accionar colectivo, una virtud en potencia que en Cuba se ha hecho sentir a lo largo de 60 años.
Si a alguien le quedaban dudas de incredulidad, por no decir de ignorancia, acerca de la demanda voraz del sector residencial sobre la energía asignada a la provincia de Sancti Spíritus, el aislamiento social a que nos ha obligado el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 refuerza lo que se ha repetido en los medios de prensa provinciales: el gasto doméstico representa más del 60 por ciento de la energía que consume el territorio, a diferencia de otras regiones del país donde el sector estatal se caracteriza por un grado mayor de industrialización.
Varias de las medidas aplicadas durante la coyuntura energética sobrellevada en septiembre pasado persisten y persistirán en empresas e instituciones como antídoto que influye en las curvas de consumo del territorio, porque no son suficientes las inspecciones de la Oficina Nacional para el Control y Uso Racional de la Energía, las campañas de comunicación radiales y televisivas, los programas del Ministerio de Educación, los 23 700 pioneros inmersos en las patrullas clic, entre otras iniciativas enfocadas a disminuir el gasto de electricidad en las residencias.
Si Andrés Delgado, maestro panadero, asegura que ni él ni sus compañeros de El Capuchino tuvieron inconveniente en dar el paso al frente y transformar sus horarios para darle el servicio al pueblo, porque están conscientes de lo que está pasando en el país, entonces debemos apoyar el esfuerzo de quienes hornean el dulce nuestro de cada día, por solo poner un ejemplo de las medidas vigentes.
Cuando se trata de quemar combustible extra para generar electricidad, están en juego miles de dólares, lo cual significa también arriesgar la estabilidad de otros recursos básicos destinados a la población, máxime en una economía desgastada como la nuestra, principalmente, a causa el bloqueo económico y financiero con sello impuesto por Estados Unidos.
La suspensión del curso escolar y la permanencia de miles de espirituanos en sus hogares para evitar la propagación de la pandemia que ha trastornado la rutina del mundo dieron al traste con las cifras que ya venían torcidas desde marzo: durante ese mes el plan de consumo correspondiente al horario pico del mediodía no pudo cumplirse ni un solo día, y en el nocturno apenas se logró el ajuste en 20 jornadas, según datos ofrecidos por la Empresa Eléctrica Provincial.
Las alarmas se han activado en abril y apenas entramos en la segunda quincena, pues durante agosto del 2019 el promedio diario en el consumo de la provincia fue de alrededor de 2 152 megawatts/ hora (MWh); es decir, que en comparación con aquel período, actualmente se registra un comportamiento superior en 50 MWh, lo que representa que diariamente se tengan que emplear más de 11 toneladas de combustible adicional para satisfacer el consumo de la provincia, con un gasto equivalente a 7 845 pesos.
Lo ha reclamado a Escambray Camilo Pérez Pérez, coordinador de programas y objetivos del Gobierno Provincial, que “la población tiene que crear el hábito de la autolectura. La provincia está sobregirada, estamos consumiendo combustible que no está destinado a la generación y que es necesario usar para las actividades de la vida económica”.
En estos meses difíciles de aislamiento urge la organización al interior de las viviendas, sobre todo en los horarios pico: si enciendo la hornilla, apago el televisor; basta con la voluntad para revertir el jaque energético, que nos afecta a todos por igual, como el mismísimo apagón del que no queremos oír hablar. Nadie empeña lo que no tiene, nadie compra más de lo que puede; entonces, ¿por qué no dejar para mañana la energía que derrochamos hoy?
Ni extremismo, ni capricho, ni moda, el ahorro energético tampoco pasa por paternalismos, lo supe de boca de Yeilena y también de Laudi Ruiz, que le apaga el ventilador a su único hijo, un adolescente cariñoso que se queja del calor, pero su mamá considera que al menos durante el día la casa es bastante fresca.
No consigo que no se previó que en los mese de calor se iba a duplicar el consumo eléctrico. La empresa eléctrica debería haber echo un trabajo de saber cuántos esplit se an vendido cuantos frizer hornos microondas motorinas etc entonces como no se va a incrementar el consumo y mi criterio eso no es nada porque todavía se siguen vendiendo y yo me hago una sola pregunta. El país y el sistema de generación está preparado para ese alza de consumo o vendrán los nuevos apagones.Me parece que el sistema de generación no está en condiciones de mantener el consumo que se le viene espero que los expertos saquen sus conclusiones
Por supuesto que ha aumentado el consumo en los hogares, es debido a la estancia en casa de todos, usando ventiladores, aires acondicionados con estos calores que está fuertes, los que tienen bebés como mi caso, tienen que mantenerse frescos, los que tienen niños entretenidos con TV, computadoras, videojuegos, etcétera, cocinando almuerzo y comida cuando normalmente almorzaban en trabajos y escuelas, la batidora haciendo jugos y batidos, en fin, pero no ponen lo que se ahorra en centros laborables, escuelas, etcétera
Quisiera ver qué municipios son los más consumidores, porque supongo que en Trinidad haya disminuido un poco dada la falta de turismo, así como Sancti Spíritus también…
Hola se q estamos pasando por momentos dificiles pero seguiremos adelante a pesar de nuestras adversidades.. exhorto a q cada noche cuando le demos ese aplauso tan merecido q tienen los medicos hagamos un autoapagon generalizado en toda Cuba y asi ayudaremos tambien a contribuir con ese ahorro de energía en ese instante donde aplaudimos pues esos minutos apaguemos todo… FUERZA CUBA
Ya lo comenté y retorno a lo mismo,por supuesto se ha incrementado el consumo eléctrico en los hogares,pero también ha disminuido en todos los centros escolares y laborales el consumo eléctrico,se debe ahorrar,pero cada vez que mencionan que se debe ahorrar en los hogares para evitar los apagones me erizo,de corazón
No olvidemos que el record de temperatura alta en la provincia acaba de ocurrir en abril asi como toda la familia esta en casa,es logico que se consuma mas electricidad en las viviendas
Durante abril en la provincia de Sancti Spíritus se han gastado como promedio diario 2 152 megawatts/hora, un consumo alarmante porque supera lo registrado en igual periodo agosto de 2019 (Cuando no había pandemia ni estábamos tanto tiempo en la casa ni las clases eran x ti, ni ni ni ni … vaya!!!
Tiene usted toda la razón, en los meses de verano habituales, la población va a la playa, a las piscinas , al rió, los niños muchos están en la calle jugando pelota, bolas, trompo, no se tratándose de entretenerse, ahora es una situación fuera de lo común, ya que hay que estar en casa todo el día y uno tiene que entretenerse con algo una película, una serie, también están las tele clases de los niños, también es muy importante señalar que en este mes de abril se han roto record históricos de temperaturas máximas en la provincia y a nivel de pais. Hay un dato que no se menciona y es que el sistema electroenergético nacional ha recibido una suma importante de split, neveras, refrigeradores, freidoras, microwave, que se venden en MLC, que en el mes de agosto pasado no existían, por todo este considero normal ese sobre consumo.
Exactamente. Y es verdad que tenemos que ahorrar, pero tampoco es “totalmente” nuestra culpa. Hay que impulsar más la energía renovable, en espacios pequeños. No todo tiene que ser industrial ni a gran escala, aunque apoyado x el gobierno. Muy buena idea la de los calentadores solares, lo que los precios siguen estando un poco altos (con un poco más de dinero, se compran uno tradicional y “siempre” hay agua caliente, aunque llueva )
En fin, saludos… y preparémonos para el futuro, pues si comienzan a dar las clases x el tv, el gasto será mayor…