La aerolínea estadounidense American Airlines busca sumar dos nuevos vuelos diarios a La Habana, a pesar de las crecientes restricciones impuestas por la administración de Donald Trump a los viajes a Cuba.
El periódico The Dallas Morning News informó la víspera que la compañía con sede en Fort Worth, Texas, solicitó al Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos dos vuelos diarios adicionales de ida y vuelva a la capital del país caribeño desde el Aeropuerto Internacional de Miami, Florida.
De ese modo, la empresa sumaría un total de ocho vuelos de ida y vuelta cada día al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, la única terminal aérea a la que tienen permitido llegar las aerolíneas norteamericanas debido a una criticada medida del Ejecutivo de Trump.
Las continuas limitaciones impuestas por el gobierno del republicano a los viajes a la isla, que incluyeron también la eliminación en 2018 y 2019 de los populares viajes educativos pueblo a pueblo, llevaron a que otra línea aérea de este país, JetBlue, le informara este mes al DOT que dejaría de realizar 14 de sus vuelos a la isla.
Entre los recorridos a los cuales renunció esa compañía se incluyen vuelos desde Orlando, Florida; Boston, Massachusetts; y desde el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, los cuales debe abandonar a partir del 29 de abril, en tanto mantendrá tres viajes diarios de Fort Lauderdale, Florida, a La Habana.
A partir de las capacidades que dejará esa compañía, American solicitó los nuevos recorridos, los cuales tiene la intención de comenzar a realizar desde el próximo 4 de junio.
Durante el segundo mandato del expresidente Barack Obama (2009-2017), se incrementaron considerablemente los viajes de los ciudadanos norteamericanos a la mayor de las Antillas, a donde tienen prohibido ir como turistas en medio del bloqueo de casi 60 años impuesto por Washington contra el país vecino.
Mediante las 12 categorías de viajes aprobadas para las visitas a la isla, más de 600 mil estadounidenses fueron a Cuba en 2017 y 2018, además de unos 500 mil cubanoamericanos, impulsados también por el restablecimiento de los vuelos regulares directos entre ambas naciones en 2016, luego de una interrupción de 55 años.
Pero, tras su llegada a la Casa Blanca, Trump decidió revertir el proceso de acercamiento bilateral iniciado por su predecesor, y una de las prioridades de su ejecutivo en ese sentido ha sido disminuir los viajes a Cuba, para lo cual se adoptaron numerosas medidas que han sido muy condenadas por diversos sectores norteamericanos.
Entre ellas, el 25 de octubre pasado el DOT y el Departamento de Estado dieron a conocer que a partir del 10 de diciembre las aerolíneas estadounidenses solo podrán realizar rutas a La Habana, con lo que se suspendieron los vuelos a los nueve aeropuertos internacionales fuera de esa capital.
Asimismo, este mes se informó que desde el venidero 10 de marzo también quedarán limitados a La Habana todos los vuelos chárteres públicos.
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