El venezolano Juan José Rendón, responsable del Comité de Estrategia del opositor Juan Guaidó, admitió que firmó un contrato y pagó 50.000 dólares a la contratista Silvercorp USA, que organizó y llevó a cabo el intento de invasión en la costa de Venezuela, que tenía como objetivo el secuestro del presidente Nicolás Maduro.
En entrevista con CNN, Rendón confesó que en el contrato se planteó una «exploración» para determinar si existía «la posibilidad de capturar y entregar a la Justicia a miembros del régimen» de Maduro «con acusaciones, orden de captura».
Actualmente, el mandatario venezolano y 13 altos funcionarios del Gobierno tienen cargos formales de narcoterrorismo, tráfico de armas y corrupción, presentados por el fiscal general de EE.UU., William Barr. Además, hay una recompensa de 15 millones de dólares, por parte del Departamento de Estado, por cualquier información que lleve al arresto del mandatario.
En el documento al que hace referencia Rendón, aparecen su firma, junto a la de Guaidó, el diputado opositor Sergio Vergara y el representante de Silvercorp, Jordan Goudreau. No obstante, el estratega político negó la veracidad de la rúbrica del opositor y autoproclamado presidente de Venezuela.
Rendón aseguró que solo se han mostrado siete páginas de las ocho, de este documento que tendría además otras 42 hojas de anexos, donde se explicaría «el propósito exploratorio» del texto. «Fue parte de un acuerdo preliminar que no llegó a hacerse efectivo».
Aunque el intento de ataque se perpetró la madrugada del pasado domingo, Rendón señaló que finalmente no se dio «luz verde» a las acciones previstas en el documento.
Argumentó que decidieron no tomar los servicios de la contratista por las sospechas de que se pudiera filtrar información, debido a que Clíver Alcalá, exmiembro del Gobierno venezolano y prófugo de la justicia de ese país, era el encargado de coordinar el entrenamiento en Colombia de un grupo de 60 mercenarios que participarían en acciones para deponer a Maduro y realizar ataques selectivos a altos funcionarios de su Gobierno.
El «desquiciado» Goudreau
La planificación y organización del intento fallido de intervención ha sido asumida públicamente por el propio Goudreau, a través de un video que se hizo viral.
La versión fue corroborada por Luke Denman, uno de los estadounidenses detenidos por la autoridades venezolanas tras el intento de incursión —que dejó otros 17 detenidos y ocho abatidos—, quien dijo que también contemplaban la toma del aeropuerto que sirve a Caracas para permitir el ingreso de una aeronave que se llevaría a Maduro a EE.UU., una vez fuera secuestrado.
Rendón, quien también es conocido por asesorar las campañas políticas de muchos expresidentes y mandatarios actuales latinoamericanos, como Juan Manuel Santos en Colombia, al chileno Sebastián Piñera, al mexicano Enrique Peña Nieto, a los hondureños Juan Orlando Hernández y Porfirio Lobo, catalogó a Goudreau de «desquiciado» y de haber hecho «una operación suicida» de la que Guaidó se ha deslindado.
Sobre el pago de los 50.000 dólares que asegura haber dado a Silvercorp, Goudreau sostiene que no le pagaron nada. El exboina verde, además, mencionó que el contrato inicial estuvo valorado en 211 millones de dólares.
Planes previos
En la entrevista, el funcionario de Guaidó admite que se han llevado a cabo reuniones para determinar las opciones que había para deponer a Maduro, entre las que se contemplaba «una eventual acción de captura de personeros» con cargos de persecución, de violación de derechos humanos, de narcotráfico.
De igual modo, Rendón ha confesado que se han manejado «acciones propias», insubordinación de militares activos o en retiro, «uso eventual de actores que estaban fuera». «Todos esos escenarios, como bien lo dijo el presidente: estamos analizando cosas por encima y por debajo de la mesa, se hicieron».
En cuanto a lo que ha expresado Guaidó sobre el intento de invasión, sus versiones han sido ambiguas. En un inicio negó su participación en la llamada ‘Operación Gedeón’ y luego dijo que el Gobierno había infiltrado el plan para «masacrar» a sus participantes.
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