Según informó este jueves la Comisión Nacional de Salud de China, la cifra de muertos por el coronavirus aumentó a 564, 563 en el gigante asiático y uno en Hong Kong, con un total de 28 018 personas infectadas. La institución indicó que en las últimas 24 horas ocurrieron 73 fallecimientos y se detectaron 3 694 nuevos casos de contagios.
De los decesos ocurridos, 70 tuvieron lugar en la provincia central de Hubei, donde se dieron los primeros casos de la enfermedad en diciembre pasado, uno en la municipalidad de Tianjin, en el norte del país asiático, otro en la provincia nororiental de Heilongjiang y uno en la provincia suroccidental de Guizhou.
La Comisión Nacional de Salud agregó que hay otras 5 328 personas sospechosas, para sumar un total de 24 702 las que están a la espera de los resultados para confirmar o descartar la enfermedad.
Del total de infectados, 3 859 están en condición grave y 1 153 personas han sido dadas de alta del hospital tras su recuperación.
Este jueves se prevé inaugurar el segundo hospital construido en cuestión de días en la provincia de Hubei, con capacidad de 1600 camas, adicionales a las 1000 del primer centro médico que abrió el lunes, dedicados enteramente al coronavirus.
La ciudad de 11 000 000 de habitantes se enfrenta a una “grave” falta de camas, admitió Hu Lishan, un alto funcionario de Wuhan, capital de Hubei.Para enfrentar a la afluencia de enfermos, las autoridades de Wuhan anunciaron la transformación de una decena de edificios públicos (centros culturales, gimnasios…) en clínicas.
Si bien el gobierno central ha anunciado medidas destinadas a asegurar el suministro de recursos médicos vitales, con exenciones fiscales para los fabricantes de equipos necesarios para combatir la epidemia, “también hay una escasez de recuersos”, dijo Hu a la prensa.
El coronavirus pone a prueba la mayor experiencia de trabajo desde el hogar
La cuarentena establecida por las autoridades chinas para tratar de combatir la expansión del coronavirus convirtió a varias ciudades en sitios fantasmas, con calles vacías y comercios, fábricas y oficinas cerradas. Surgió entonces la necesidad de continuar con las labores desde el hogar, multiplicándose las videoconferencias y los contactos a través de aplicaciones digitales. Sin embargo, a algunos sectores estas prácticas no los favorecen.
“Es una buena oportunidad para probar el trabajo desde casa a escala”, expresó Alvin Foo, director de la agencia de publicidad Reprise Digital, con sede en Shanghái, que tiene 400 empleados. Sin embargo, reconoció que esta práctica “no es fácil para una agencia de publicidad creativa” que trabaja en base al intercambio de ideas en persona.
El rubro de la hotelería en China también debió recurrir al trabajo desde el hogar, tal como lo contó Tiko Mamuchashvili, responsable de la organización de eventos en el hotel Hyatt de Pekín. Sin embargo, debido a la cancelación de los eventos, desde su casa todo lo que puede hacer es responder“correos electrónicos”.
Otra empresa complicada por la falta de actividad es el fabricante de carcasas de teléfonos celulares Casetify, con sede en Hong Kong, que esperaba duplicar sus ventas durante este año. No obstante, las fábricas que le proveen los materiales están cerradas, por lo que debió pedir a sus empleados que trabajaran desde sus casas. En consecuencia, una nueva tienda en el aeropuerto de Hong Kong está vacía y las ventas se hundieron.
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