La recuperación de las afectaciones tras el paso de la tormenta tropical Eta y las intensas lluvias, en esta central provincia, avanzan en los sectores priorizados de la economía, incrementando además la siembra de cultivos de ciclo corto.
La estrategia diseñada por el Consejo de Defensa Provincial está dirigida a reactivar todas las actividades del sector agropecuario, el más dañado por las precipitaciones, así como llevar a los mercados los productos en peligro de perderse.
Según conoció Prensa Latina más de dos mil toneladas de viandas, hortalizas, granos y frutales se distribuyeron en los mercados.
La agricultura urbana reactiva los canteros para sembrar lechuga, tomate, pepino y otros vegetales que fueron perjudicados, y son renglones de alta demanda en la mesa del cubano en fin de año.
En la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, en La Sierpe, una de las mayores del país, se reinició la cosecha. Aquí fueron afectadas cerca de mil 700 toneladas del cereal maduro por humedad y quedar encamado por el viento.
Oslando Linares, director general del complejo, dijo a la prensa que de las 13 mil 700 hectáreas de primavera quedan por recolectar unas cinco mil 200, que pueden ver reducido el rendimiento por hectárea.
Son jornadas muy fuertes de trabajo, de la maquinaria y el hombre, pero la voluntad es salvar todo lo que se pueda, agregó Linares.
La más beneficiada fue la presa Zaza, la mayor de Cuba, que está cerca de los 920 mil millones de metros cúbicos, su cota de seguridad, aguas que son una garantía para los arroceros espirituanos.
Los vegueros, que habían iniciado sus semilleros para la campaña venidera, salvan o reponen los viveros, al igual que en las zonas cafetaleras de la serranía donde fuerzas de voluntarios laboran en la recogida del grano al madurar por el exceso de lluvia.
Por su parte, los trabajadores del sector eléctrico territorial garantizaron el servicio a más de 100 mil clientes que reportaron interrupciones, gran parte en zonas rurales, incluidas en las montañas de Topes de Collantes.
Mientras, personal de mantenimiento de Acueducto y Alcantarillado laboran en el restablecimiento del abasto a más de 35 mil consumidores de Trinidad, villa Patrimonio Cultural de la Humanidad, por daños en la conductora de San Juan de Letrán.
En cuatro días de diluvio los ríos y embalses recibieron más de lo que podían, fueron llevadas a lugares seguros más de 30 mil personas, la mayoría a casas de familiares y amistades, el resto a albergues en los municipios.
Unido a las labores por solucionar los perjuicios de la tormenta tropical, las máximas autoridades de la provincia, demandan una reactivación de la vigilancia epidemiológica a través de la pesquisa, como medida de prevención y control del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.
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