Centrales sindicales de Brasil protestarán este viernes frente a las oficinas del Instituto Nacional del Seguro Social (INSS) de al menos 10 estados y el Distrito Federal contra las largas colas en la concesión de beneficios.
El INSS está sumido en una crisis, que comenzó en anteriores administraciones, pero empeoró con el aumento de filas para atenciones en sus agencias.
Trascendió que el instituto acumula unos dos millones de peticiones (pendientes casi todas) de beneficios, como pensión, jubilación, licencia por enfermedad o seguro de desempleo.
El Gobierno de Jair Bolsonaro adoptó una serie de medidas, como la contratación de exmilitares para actuar en la agencia, y así acelerar el servicio.
De acuerdo con el portal Rede Brasil Atual, el llamado Día Nacional contra el Desmantelamiento de la Seguridad Social pretende alertar a la población sobre las consecuencias de la política de desguace adoptada por el Gobierno de Bolsonaro.
Sin reemplazar a los empleados que se jubilan, el instituto pierde cada día la capacidad de analizar y satisfacer las solicitudes de jubilación, de pago de enfermedades y de prestaciones de maternidad, entre otras.
El sitio pone como ejemplo que el salario de maternidad, antes concedido en 20 minutos, actualmente se demora un mes. El plazo legal es hasta 45 días.
Entre el 2016 y 2019, el número de empleados en el INSS se redujo de 33 mil a 23 mil. Los trabajadores que solían prestar servicios directos a la población fueron trasladados a funciones internas.
La intención del Gobierno es digitalizar el servicio, de modo que las colas para la concesión de beneficios no se hagan visibles.
Anteriormente, el trabajador podía planear la asistencia incluso para el mismo día. Hoy en día, la programación del primer servicio también puede llevar meses.
‘Colocan al personal que laboraba en las sucursales a hacer faenas de apoyo, como si todos los brasileños tuvieran computadoras en casa y facilidad para usar canales remotos’, criticó Vilma Ramos, directora del Sindicato de Trabajadores de la Seguridad Social del estado de Sao Paulo.
Para el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Sérgio Nobre, con la negligencia que identifica al actual gobierno, el riesgo es que el caos en el INSS se vea también en otros servicios públicos.
‘La situación podría repetirse en otros sectores como la salud y la educación, que sufrieron recortes de recursos en el primer año de la administración de Bolsonaro’, denunció Nobre.
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