Una brigada médica cubana Henry Reeve partió este 26 de noviembre hacia el departamento de Quiché para atender a comunidades damnificadas por el paso destructor de las depresiones tropicales Eta e Iota por Guatemala.
El grupo de 20 profesionales de la salud trabajará en coordinación con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de este país, y lo componen especialistas en Medicina General Integral, epidemiólogos y enfermeras, entre ellas, siete guatemaltecas.
Gran parte de los colaboradores pertenecientes a la Brigada Médica de Cuba (BMC) en la tierra del quetzal estuvieron recientemente en nueve aldeas y comunidades de San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, muy golpeado por las lluvias de Eta.
‘Así somos los cubanos. Así es esta brigada médica que en la madrugada de este jueves parte con las mochilas llenas de amor, solidaridad, altruismo y con nuestro líder Fidel Castro delante de la caravana’, publicó en sus redes sociales el galeno Yunior Moreno, momentos antes de emprender un viaje de 163 kilómetros hacia la región noroccidental, con más del 70 por ciento de su población en la pobreza.
En jornadas previstas, intervendrán en los municipios de Sacapulas, Nebaj, Cunén, San Bartolomé Jocotenango, San Juan Cotzal y Santa Cruz del Quiché, precisó a Prensa Latina el doctor Ernesto Jiménez, al frente de la BMC, con 22 años de experiencia aquí y presencia en los lugares más alejados de 16 departamentos de un total de 22.
Al despedir a los cooperantes a esta nueva misión, Jiménez recordó que todos son la imagen de Cuba y les expresó la confianza en que sabrán defender ‘los principios de solidaridad y humanismo que caracterizan a nuestra cooperación en el mundo’.
Estamos siguiendo la ruta de los primeros médicos que llegaron aquí en 1998, cuando el huracán Mitch devastó este país, y pese a una feroz campaña para desacreditar la labor de la BMC, hoy las nuevas autoridades de Salud tienen una visión de respeto por lo que hacemos todos los días y más recientemente en San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, precisó.
Según datos de la Coordinación Central, se atendieron más de mil damnificados tanto en albergues como en aldeas que quedaron aisladas por las inundaciones provocadas por Eta, una situación similar a la que se enfrentarán ahora.
La embajadora de la Isla aquí, María del Pilar Fernández, destacó que ‘no hay mejor forma de homenajear al Comandante que siempre está con nosotros (Fidel Castro) que constituir una brigada para cumplir tan humanitaria labor y llevar un mensaje de esperanza para esos que todavía no han recibido asistencia en medio de una devastación total’.
‘Tienen una gran responsabilidad y estamos seguros del éxito de esta misión porque ya tienen experiencia anterior y la voluntad consagrada de servir’, afirmó Fernández.
La semana próxima, una brigada con composición similar saldrá hacia Izabal, otro de los departamentos golpeados primero por Eta y después por Iota, que dejó aquí 15 mil familias afectadas y seis muertos.
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