Después de que la hazaña del récord de embasado en Series Nacionales pasara prácticamente inadvertida, a Frederich Cepeda Cruz se le unieron varias celebraciones, justo después de concretar su doblete 400 en Series Nacionales, que generó otra polémica.
Y si aquella marca pasó sin penas ni glorias en medio de un estadio neutral, el doblete 400 se celebró dos veces, primero por un reconocimiento adelantado en el 399 dada la confusión creada por el error informático de la página del béisbol cubano, que motivó hasta una nota aclaratoria de la Comisión Nacional, y luego cuando en realidad lo conectó vs. Camagüey.
Así la Comisión Nacional de Béisbol, en especial su máximo representante Ernesto Rodríguez, le entregó a Frederich un trofeo por ser multirecordista, y el Partido y la dirección de Deportes en la provincia también le premiaron. Recibió hasta una camisa simbólica, con la que, por cierto, se ponchó tres veces, algo que casi nunca le ha ocurrido, como para agregar drama a la telenovela de los récords y sus sagas.
“Me siento contento con esta atención. El premio resume tanto el récord de embasado como la cifra redonda de los 400 dobles…, lo que se formó son cosas que pasan. “Por mi cuenta tenía 11 dobles en la serie, pero en la página del béisbol cubano aparecían 12 y el periodista Randy Vasconselos, que estaba en el estadio para filmar porque él siempre está pendiente de los récords de los espirituanos, me preguntó y le dije: por mi cuenta llevo 11, pero tengo una duda porque ahora la página dice que son 12, entonces ese día di el tubey y por eso la celebración adelantada”.
Pero ni la confusión ni la nota impidieron que al darlo “de verdad”, su equipo y el de Camagüey al momento lo festejaran otra vez, por aquello que es mejor pecar por exceso que por defecto, como ya le había ocurrido.
“Con el de embasado no estaba pendiente porque hay que conjugar muchas cosas para un récord de ese tipo, pero ya faltando tres o cuatro lo dijeron por la televisión y me dije: en cualquier momento llego, no lo hice pensando en eso, pero llegué y pasó como dices, inadvertido, solo por la televisión. ¿Qué pasa? Ese para mí tiene mucho significado, pero en el momento la gente no está pendiente como para el del jonrón o el del hit”.
Cepeda es celoso de sus estadísticas y, aunque no siempre lleva a punta de lápiz sus récords, que ya son varios, coquetea con ellos, pero no se jacta.
“Es muy difícil empezar a practicar un deporte y estar pensando en récords, porque no sabes lo que pueda venir: una lesión, un mal campeonato y un récord de este tipo que requiere de años y rendimiento, es difícil que digas: voy a hacer esto, te das cuenta cuando te vas acercando y ahí sí tratas de hacerlo porque estás cerca de lograr algo, pero solo me preparo para jugar bien al béisbol todos los días.
“He llevado mis estadísticas, hay quien dice que no debes mirarlas, pero eso para mí son supersticiones. Debes mirar y saber cómo vas, ahora hay más televisión, está la página, antes cogía los boxscore para saber cómo iba diariamente. Si terminas con 10 jonrones y 12 dobles, tú dices: bueno el año que viene voy a superarme y te enfocas en el entrenamiento, no buscando un récord, sino tu superación personal para tratar de ayudar más al equipo y en el mismo torneo te puedes ir superando, es como uno lleva la carrera, uno entrena para irse superando en función del equipo, esa es mi meta principal”.
Pese a que sus campañas suelen ser suculentas, casi siempre sus metas públicas a la hora de conformar el equipo se quedan muy por debajo de lo que el otro espera de él.
“Estoy en contra de las metas públicas, es algo que nos ponen, no es algo que nosotros hacemos espontáneamente porque en realidad no sabes lo que va a pasar en el camino, yo me hago metas muy internas y siempre van a ser superiores a las que digo porque puedo ser cuestionado por lo que dije y no pude realizar después. Si te das cuenta no publico ninguno de los logros que he tenido, sales por la prensa, por las redes, hasta los aficionados están pendientes, pero por mí nunca van a leer hice esto o aquello. No critico al que lo haga y lo respeto, tenemos una carrera totalmente pública, lo mío es jugar y no por metas, sino para ayudar al equipo”.
Y en eso de los récords tiene la competencia muy cerca, sobre todo de los hits. En esta campaña llegó a convertirse en el máximo productor en la historia de las Series Nacionales en tierra espirituana, pero su compañero de equipo Yunier Mendoza le quitó el liderazgo a los pocos días.
“Se lo decía hace tiempo que me iba a pasar porque tiene una frecuencia de hits muy grande, yo tengo la de boletos mas alta del país y me cuesta a veces producir porque cuando estoy bien al bate me dan muchas bases por bola o quizás, como dicen muchos, las cojo, no sé, pero las casillas están ahí, tenemos formas de batear diferente. Mendoza ha tenido grandes resultados y es un atleta que ha sido subvalorado durante todo este tiempo, la gente habla de los premios y olvidos de Cepeda, pero a él lo han laureado muy pocas veces por todas las cosas que ha hecho, en general se han hecho poco eco de los éxitos de quien para mí es un excelente pelotero”.
A las marcas también ha ayudado la actual estructura, que ha permitido jugar más, una demanda que también Cepeda hizo más de una vez cuando la fase clasificatoria era de solo 45 partidos.
“Creo que ha sido para bien, por el bienestar de los atletas y para que existan todos estos récords como el de Cesar Prieto y de otros, hay que jugar bastante béisbol, nunca me gustaron los 45 juegos porque se quedaban muchos atletas sin jugar todo el año, mucho más si no los pedían como refuerzo. Ahora se ha demostrado que con 75 juegos, que pueden ser hasta más, se ha dado una serie bien competitiva; a pesar de que no contar con el público debido a la COVID-19, la campaña se ha desarrollado con mucha organización gracias al trabajo de la comisión y al cuidado de los atletas por parte de los médicos”.
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