Tratándose de Cuba, es raro que algo inusual suceda sin que se sepa rápidamente. Por eso no resulta extraño que, con la información ofrecida el pasado lunes por la máxima dirección del país en el espacio Mesa Redonda, y las alertas lanzadas a través de los medios de comunicación masiva durante las últimas semanas, los tres primeros casos de COVID-19 aparecidos en el archipiélago hayan sido confirmados rápidamente en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, radicado en La Habana.
“Entraron por el Aeropuerto Internacional José Martí (…) sin síntomas, se trasladaron a Sancti Spíritus y, durante el transporte, la turoperadora, el chofer y luego la dueña del hostal donde se hospedaron informaron de los casos a la clínica habilitada en esa ciudad, donde se les realizó (a los extranjeros) un análisis epidemiológico porque provenían precisamente de Lombardía, que ha sido una de las regiones más afectadas por el virus en Italia”, argumentó este jueves en la revista televisiva Buenos Días el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap), doctor Francisco Durán.
El hecho, reseñado hoy por la versión digital del periódico Granma, en otras circunstancias habría pasado como un incidente cualquiera, pero en momentos cuando se acaba de declarar una pandemia de alcance mundial se convierte en suceso extraordinario. Por eso corrió de boca en boca. Por eso la vecina cercana a nuestra Redacción me ofreció detalles cuando me vio pasar: “La dueña del hostal se percató enseguida de que el italiano no paraba de toser, con una tos seca, y como quienes los acompañaron en el viaje también habían notado al menos uno de los síntomas que se han descrito, enseguida llamaron a Salud Pública”, relató.
El propio sitio digital http://www.granma.cu informa que las tres personas cuyos resultados al examen específico para COVID-19 dieron positivo son dos mujeres de 57 y 60 años de edad, quienes se mantienen asintomáticas, y un hombre de 61 años, que presenta síntomas leves y permanece estable. “Los tres se encuentran aislados y en tratamiento”, especificó el Director Nacional de Epidemiología del Minsap.
Desde la noche anterior, 11 de marzo, la alarma se disparó en Cuba al darse a conocer, a través del Noticiero Estelar de la Televisión cubana, la presencia en su territorio del nuevo coronavirus. Nadie sabía por dónde haría su aparición la amenaza que ya ha causado daños en más de 120 países y reconforta saber que desde la primera incidencia “el sistema funcionó a la perfección y, en menos de 24 horas, ya se habían tomado las muestras y hecho el diagnóstico de que, de los cuatro ingresados, tres presentaban el virus”, según revelaría ante las cámaras el doctor Durán.
Por ello resaltó allí mismo, en vivo, la importancia de la participación popular en la detección e información de casos sospechosos y el funcionamiento efectivo del sistema de comunicación establecido. “Fue en cuestión de minutos”, señaló.
También hizo otra observación: esta es una enfermedad nueva, y de los cuatro italianos que se habían alojado en un hostal de Trinidad solo uno presentaba síntomas, muy breves. “Si no se tuviera el conocimiento epidemiológico de donde vienen y el cuadro clínico de la enfermedad podrían pasar desapercibidos, como un catarro común, así que hay que estar alertas”, significó, además.
Tanto el doctor Durán como el propio Ministro de Salud Pública y otras autoridades cubanas han exhortado a la población a mantenerse alerta y a cumplir las medidas orientadas desde hace varios días: el lavado continuo de las manos (con jabón y de manera exhaustiva) y la desinfección con cloro de las superficies, cubrirse la boca al estornudar y toser no con las manos, sino con el codo flexionado; mantenerse lejos de aglomeraciones de personas y utilizar nasobucos, algo acerca de lo cual se explicará en las próximas horas y días, para que la población los pueda confeccionar de manera correcta.
Demasiado triunfalismo opaca las fallas del sistema: los turistas jamás debieron llegar al hostal. Ya en el ómnibus había sospechas entre la guía y el chofer ¿por qué no fueron directo al hospital si los indicadores estaban claros: italianos de Lombardía y tos? El no actuar con inmediatez puso en riesgo a los trabajadores del hostal y a otros huéspedes que pudieron estar allí.