El dengue mantiene en riesgo a la mitad de la población del mundo (incluida la de nuestro país y la de la provincia de Sancti Spíritus) expresó la doctora Marennis Moreno Gutiérrez, jefa del Departamento de Vigilancia en la Dirección Provincial de Salud, al intervenir en la Revista Especial de Centrovisión.
Para hacer un poco de historia, en la década del 70 el dengue estaba presente solamente en nueve países y hoy 128 naciones se reportan como endémicas a esta enfermedad, dijo la especialista y agregó: En la región de las Américas están circulando los cuatro serotipos de dengue: uno, dos, tres y cuatro y todos están presentes en igual número de países: Colombia, Guatemala, Brasil y México.
En tal sentido especificó que la mayor preocupación para Cuba está dada por el inicio del período lluvioso, porque en esas condiciones se incrementan los criaderos del mosquito Aedes Aegypti y esto pudiera generar una coinfección con el dengue y la COVID-19 a la vez, lo que agravaría la situación si tenemos en cuenta que ambas enfermedades ocasionan una disminución de las defensas de nuestro organismo y eso haría que cualquiera de las dos tuviera una manifestación severa, por lo que debemos intensificar las medidas de control de ambas enfermedades con el mismo rigor, puntualizó.
Manifestó la doctora Marennis que la provincia de Sancti Spíritus presenta una situación compleja en estos momentos, por los elevados índices de infestación con el mosquito Aedes Aegypti, que superan los niveles medios en la cabecera provincial y el municipio de Jatibonico. Nos preocupa también el incremento de reactividad de casos febriles que se mueven en el territorio. Esta semana hemos tenido la tasa más elevada de reactividad del presente año, pero estas superan a las tasas de Trinidad del año anterior, apuntó.
Mantenemos el trabajo que hemos estado realizando, que no se ha detenido en ningún momento en nuestro territorio, porque sabemos el riesgo que tenemos. Se encuentra activo nuestro grupo de trabajo temporal provincial que sesiona diariamente y nuestro departamento de vigilancia, que mantienen la evaluación de cada uno de los indicadores tanto de vigilancia y lucha anti-vectorial como del movimiento de febriles y la reactividad de los mismos, proporcionando todos los datos a esos grupos temporales de trabajo multisectoriales, que son los que fundamentan las acciones a realizar en cada uno de los territorios más afectados, expuso la especialista.
Ese equipo de trabajo lo preside el Director Provincial de Salud, lo integran los vicedirectores, además de los especialistas en Higiene y Epidemiología, de salud ambiental y el equipo de lucha anti-vectorial, con toda la representación de la asistencia médica. Están con nosotros también la atención primaria y secundaria de salud, con un equipo de comunicación que se incorpora a nuestro equipo técnico provincial, toda esta estructura en sesión de trabajo diaria, que aporta los datos a los grupos municipales para los análisis que se realizan presididos por el Gobierno a todos los niveles, acotó la Jefa del Departamento provincial de Vigilancia.
Por su parte el doctor Carlos Ruiz Santos, director Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, informó que a partir de la aparición de las lluvias el pasado mes de mayo se comenzó una campaña intensiva anti-vectorial en los municipios de Sancti Spíritus y Trinidad y precisó que esta semana se concluyeron dos semanas consecutivas de fumigación en el 98 por ciento de las viviendas de ambas localidades, no obstante, queda un número de inmuebles cerrados y debemos lograr abarcar la totalidad de los mismos, para alcanzar la efectividad deseada.
Mencionó el directivo que con el apoyo de trabajadores de otros organismos y entidades, se trabaja todos los días, dedicando los domingos a recuperar las casas que quedaron si fumigar durante la semana. Dijo que la provincia cuenta con un parque de 214 mochilas, de las cuales están concentradas 40 en Trinidad y 90 en la cabecera provincial, donde diariamente se fumigan unos 7 000 inmuebles y sitios a cielo abierto como refugios, desagües artificiales de lluvias y cañadas. Alegó que en los lugares donde se detectan focos del Aedes Aegypti se lleva a cabo una radio-batida con un tratamiento integral, incluida la fumigación en varias manzanas a la redonda.
El doctor Ruiz Santos reveló finalmente que antes de cada salida al terreno, se realiza un chequeo a los operarios que participan en la campaña anti-vectorial en el interior de las viviendas y se precisan las medidas de seguridad biológica y hasta el momento ninguno de ellos se ha contagiado con la COVID-19 ni con el dengue. En tanto la doctora Moreno Gutiérrez insistió en lo decisivo que resulta la activa participación de la población para el éxito de la campaña contra el dengue y la COVID-19 y puntualizó que no deben abrirse las viviendas hasta pasados 45 minutos después de la fumigación.
No tengo datos precisos pero estoy casi seguro que estamos haciendo algo mal. Si recuerdo bien en la casa donde pasé mis primeros años de vida existía en un rincón del hogar un depósito con agua, «hospedero» creo que le llamaba el abuelo, regularmente se le cambiaba el contenido y se cepillaba, eliminando la prole, igualmente se contaba con los líquidos y los medios para fumigar, lo que se hacía a diario, tengo la sensación y quizás solo sea eso, que se tenía al mosquito controlado. Hoy tenemos brigadas de fumigadores que son reforzados con personal de otras entidades que «apoyan» «voluntariamente» la tarea de cargar con costosos equipos que no siempre disparan la mezcla que se requiere y en el lugar que se precisa. Abate sin control ni medida, un gramo cada diez litros es lo ideal, este insecticida granulado mal empleado afecta la agricultura y pudiera estar afectando nuestra salud y por si fuera poco el mosquito hoy es más inteligente, migra de un barrio a otro dependiendo de donde fumiguen