Con 167 votos a favor, 18 abstenciones y 165 en contra, el Congreso de España aprobó este siete de enero la investidura del secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno.
La decisión
puso fin al período de inestabilidad política que comenzó con las elecciones
del 28 de abril de 2019, tras las cuales Sánchez no logró alzarse con la
mayoría parlamentaria por lo que debieron repetirse los comicios el pasado 10
de noviembre.
En la segunda votación de la investidura, el candidato a la Presidencia del
Gobierno necesitaba solo de la mayoría simple, por lo que la votación, aunque
muy ajustada, le permitió ganar el puesto al frente del próximo Gobierno de
coalición.
Durante el breve debate antes de la votación, Sánchez apuntó que el Parlamento
está dividido en tres bloques, liderados por los que representan el progreso,
‘la España que quiere avanzar’, los que no quieren sumarse a este grupo y la
coalición que va desde la ultraderecha a los antisistema.
El líder del PSOE presidirá el primer gobierno de coalición desde la Segunda
República, entre su partido y Unidas Podemos (UP), con el apoyo del Partido
Nacionalista Vasco (PNV) y varios partidos regionalistas.
Como se esperaba, votaron contra el Partido Popular (PP), Vox, Ciudadanos,
Junts per Catalunya, Unión del Pueblo Navarro (UPN), Herri Batasuna (HB),
Candidatura de Unidad Popular (CUP), el Partido Regionalista de Cantabria (PRC)
y Foro y Coalición Canaria.
Mientras, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Euskal Herria Bildu se
abstuvieron.
Según trascendió, el nuevo gobierno pretende celebrar el viernes su primer
Consejo de Ministros, por lo que se espera que formalice o ratifique su nuevo
de Gobierno entre hoy y mañana.
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