El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó este 16 de julio una resolución presentada por Cuba para renovar por tres años el mandato del experto independiente sobre Derechos Humanos y Solidaridad Internacional.
La iniciativa recibió el respaldo de 31 países y el rechazo de 15, en su mayoría integrantes de la Unión Europea, mientras México se abstuvo, en la penúltima jornada de la 44 sesión ordinaria del órgano de 47 Estados miembros.
En la introducción del proyecto, la diplomática cubana Lisandra Astiasarán señaló que en la actual coyuntura global, marcada por la Covid-19, queda demostrada la importancia estratégica de la cooperación y la solidaridad internacionales y su papel para apoyar los esfuerzos nacionales en la promoción y protección de todos los derechos humanos.
Asimismo, insistió en el sostén que representan de cara al enfrentamiento a los desafíos actuales de la humanidad.
Astiasarán precisó que el texto no cuenta con un enfoque de monitoreo punitivo para los responsables de las causas estructurales y los obstáculos impuestos a la plena realización de todos los derechos humanos para todos los pueblos e individuos.
Su objetivo es estimular y fortalecer la cooperación y la solidaridad como instrumentos de solución a problemas y de diálogo, subrayó.
De acuerdo con la consejera de la Misión Permanente de Cuba ante la Oficina de la ONU en esta ciudad suiza, el documento recoge el propósito de crear condiciones para asegurar que las necesidades y los intereses de las generaciones futuras no se vean comprometidos por los errores y egoísmos del pasado.
Se trata de legar a las generaciones futuras un mundo mejor, afirmó en Ginebra.
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