Funcionarios electorales en Estados Unidos contradicen este 11 de noviembre las afirmaciones del presidente Donald Trump de que existió fraude en las elecciones del 3 de noviembre, informa The New York Times.
El periódico neoyorquino contactó a funcionarios de todos los estados y no hay evidencia de fraude electoral, subraya.
El presidente y sus aliados afirman sin fundamento que el fraude electoral desenfrenado le robó la victoria, en contra de la opinión generalizada de los contactados, asevera el periódico.
Por ejemplo, cita el Times, Frank LaRose, un republicano que sirve como secretario de Estado de Ohio, no reportó ninguna irregularidad seria con la votación en las elecciones de la semana pasada.
La posición de esas personas en docenas de estados que representan a ambos partidos políticos equivale a una contundente reprimenda al retrato del mandatario de una elección fraudulenta, indica el diario.
Hasta ahora Trump se niega a reconocer su derrota y torpedea las acciones del equipo del vencedor demócrata, Joe Biden, para el proceso de transición hacia la Casa Blanca.
Pese a las alegaciones de fraude, altos funcionarios electorales de todo el país dijeron en entrevistas y declaraciones que el proceso fue un éxito notable a pesar de la participación récord y las complicaciones de una peligrosa pandemia.
‘Hay una gran capacidad humana para inventar cosas que no son ciertas en las elecciones’, dijo Frank LaRose, un republicano que sirve como secretario de Estado de Ohio. ‘Las teorías de conspiración y los rumores y todas esas cosas corren desenfrenadas. Por alguna razón, las elecciones engendran ese tipo de mitología’, precisó.
El New York Times se puso en contacto con las oficinas de los principales funcionarios electorales de todos los estados el lunes y el martes para preguntar si sospechaban o tenían pruebas de votación ilegal.
Pero, el problema causado por el candidato republicano sigue en aumento y el martes el vicegobernador republicano de Texas, Dan Patrick, anunció un fondo de un millón de dólares para sufragar las denuncias de fraude electoral.
El fin de semana Rudolph W. Giuliani, el abogado personal del presidente, dio una conferencia de prensa en Filadelfia y afirmó que la elección en la ciudad había estado plagada de fraude. Sin embargo, la oficina del principal oficial de la ley del estado dijo que no había pruebas que apoyaran esas afirmaciones y que la elección fue ‘justa y segura’.
El Times subrayó que el ataque al sistema electoral de este año se basó en una pura invención o en una exageración flagrante que implica el tipo de pequeños problemas que suelen surgir en las elecciones.
Corey Stapleton, un republicano exsecretario de Estado de Montana, fue categórico en un Twetter al expresar que siempre apoyó a Trump, pero ese tiempo ya se acabó.
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