A la COVID-19 nadie le ha puesto el punto final. O sí, se lo han endilgado algunos incautos que siguen creyendo que es una gripe pasajera, que siguen armando fiestas con o sin razón, que siguen abriéndole las puertas de par en par a la irresponsabilidad. Como también lo han hecho otros, algunos que de tan precavidos vienen a creer que la ausencia de casos un día semeja el epílogo de esta pandemia.
Pero el SARS-Cov-2 ha roto todas las normas en estos dos meses de rebrote y lo sabemos y lo analizaremos a seguidas. Primero, centrémonos en las cifras del cierre de la jornada precedente: tres nuevos contagios, todos del municipio de Cabaiguán —específicamente de Guayos, del control de foco Elcires Pérez, de esa localidad—, territorio que junto a Sancti Spíritus mantiene una de las situaciones epidemiológicas más complejas de la provincia.
Y refuerza además otra característica común: la tríada de personas positivas a la COVID-19 se hallan en el grupo etario más afectado durante este rebrote que es el de 20 a 60 años. Al cierre de la jornada precedente una ciudadana tiene 23 años, otra de 55 años y un hombre de 53 años, según se lee en el parte oficial del Ministerio de Salud Pública.
Mas, la mayor preocupación sigue siendo los encadenamientos, pues los que se confirman hoy han puesto en vigilancia cada uno a 16 o 17 contactos. Las cadenas, como se ve, cada vez se retuercen y se complican más.
Con un evento de trasmisión local abierto —de acuerdo con la información ofrecida por Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, se cerró uno de los sucesos de tal envergadura que permanecían abiertos en la capital provincial— y 15 controles de foco, la provincia aún se mantiene en fase de trasmisión autóctona limitada y acumula 448 espirituanos luego del 8 de septiembre.
Pero de las estadísticas ofrecidas por el propio doctor se puede intuir cierta mejoría: menor tasa de incidencia —14.5 por cada 100 000 habitantes—, menos personas aisladas (89 sospechosos y 39 contactos, cifras que representan un bajón agilísimo si lo comparamos con los ingresos comunicados ayer: 130 sospechosos y 373 contactos).
Noviembre ha sido, sin dudas, un mes más favorable para la provincia espirituana, aunque no es de desestimar que tan solo en poco menos de medio mes ya suman 36 personas infectadas por el SARS-CoV-2 con un día con el reporte de 11 casos —el pasado 4 de este propio mes—.
Pero basta sacar otra cuenta: de los dos meses del rebrote octubre se lleva los números más empinados, pues en los 31 días de ese mes se contagiaron 266 espirituanos, muchísimo más que los 177 que se notificaron entre el 8 de septiembre y el 7 de octubre, primeros 30 días de este rebrote.
Ojalá que los guarismos de ahora no sean otra vuelta más de la espiral de la curva de contagios y que definitivamente comencemos a escribir los últimos capítulos de este rebrote. Habrá que esperar para ver si luego de los tres de hoy en lugar de empezar a subir, comenzamos a descender la cuesta.
Casos confirmados
- Ciudadano cubano de 53 años de edad. Reside en el municipio Cabaiguán, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado. Se mantienen en vigilancia: 17 contactos.
- Ciudadana cubana de 55 años de edad. Reside en el municipio Cabaiguán, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado. Se mantienen en vigilancia: 16 contactos.
- Ciudadana cubana de 23 años de edad. Reside en el municipio Cabaiguán, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado. Se mantienen en vigilancia: 16 contactos.
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