Las apariciones del presidente Donald Trump de forma virtual en la Convención Nacional Republicana crean controversia este 26 de agosto porque el mandatario continuamente se muestra desde la Casa Blanca y en actividades relacionadas con su cargo.
Desde antes del inicio de la cita del partido, que comenzó
el lunes y culminará mañana, ya despertaba críticas el hecho de que el
gobernante fuera a dar este jueves el discurso de aceptación de su candidatura
para las elecciones del 3 de noviembre desde la mansión ejecutiva.
Trump realizará su alocución de mañana desde un lugar diferente a la sede del
evento en Charlotte, Carolina del Norte, debido a que la pandemia del
coronavirus obligó a reducir en gran medida el formato de la reunión y llevó a
la mayoría de los oradores a intervenir de forma virtual desde diversos lugares
del país.
Pero expertos en ética rechazan que el presidente escoja la Casa Blanca como
escenario, porque condenan el uso de un edificio del gobierno para realizar
campaña política.
Asimismo, la presencia en la lista de oradores de algunos miembros de la
administración despertó cuestionamientos de quienes consideran que, al tomar
parte en la convención, esos funcionarios podrían violar la Ley Hatch, que
prohíbe a empleados federales participar en actividades políticas cuando se
desempeñan en su trabajo.
Esos dos problemas estuvieron desplegados este martes, en la segunda noche del
evento republicano, cuando Trump otorgó un indulto y participó en una ceremonia
de naturalización en la Casa Blanca, y los videos de esas actividades se
transmitieron en el horario estelar de la cita.
Según la publicación The Hill, varias partes de la convención utilizaron la
Casa Blanca como telón de fondo para que Trump pusiera sus poderes
presidenciales en plena exhibición en un año electoral que lo tiene detrás del
nominado demócrata, Joe Biden.
A ello se sumó que la primera dama, Melania Trump, también tuvo ayer una
alocución desde la mansión ejecutiva, y que el secretario de Estado, Mike
Pompeo, compareció con un discurso en apoyo a Trump grabado esta semana durante
un viaje oficial que realizó a Jerusalén.
Medios norteamericanos señalaron al respecto que los secretarios de Estado y de
Defensa normalmente se abstienen de pronunciar discursos políticos en las
convenciones de los partidos.
William Howell, politólogo y profesor de la Escuela de Políticas Públicas
Harris de la Universidad de Chicago, declaró a The Hill que la elección de esos
escenarios era parte de un fenómeno más amplio de Trump y su administración,
mediante el cual rechazan una serie de normas democráticas y difumina las
líneas entre el gobierno y las maniobras partidistas.
Por su parte, el diario The Washington Post sostuvo que las personas que antes
ocuparon cargos de confianza pública han tratado tradicionalmente de separar su
rol oficial de sus actos políticos, pero ahora, Trump y sus aliados están
uniendo la oficina del gobierno y la política partidista de formas peligrosas.
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