El turismo cubano se desarrolla en un ambiente marcado por la creciente hostilidad de Estados Unidos, aunque obtiene resultados positivos, afirmó este 31 de enero una fuente del sector.
Este año será tan complejo como el pasado, pero podemos cumplir el plan trazado, señaló Víctor Manuel Lemagne, secretario general del sindicato nacional de los trabajadores de Hotelería y Turismo de Cuba, en diálogo con Prensa Latina.
Pensamos alcanzar los 5,1 millones de visitantes en 2019, pero el recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos, así como problemas en los principales países emisores nos impidió llegar a esa cifra, comentó el también diputado cubano.
Como parte de su estrategia contra la isla, la administración de Donald Trump prohibió en junio último los viajes de cruceros a la mayor de las Antillas, y luego restringió los vuelos comerciales y charter solo a la capital, y en menor número.
En 2020 las autoridades cubanas esperan el arribo de 4,5 millones de turistas, unos 200 mil más que lo logrado en 2019.
El turismo es la locomotora y un elemento multiplicador de la economía nacional, subrayó el dirigente sindical.
Pese al contexto internacional hemos avanzado en varias áreas, manifestó. En ese sentido resaltó que si 2004 el sector gastaba 82 centavos por cada dólar de ingreso, al cierre de 2019 la cifra bajó a 58,5 centavos.
Es un gran ahorro, reducir un centavo en el sector representa 18 millones de dólares, apuntó.
Como retos, Lemagne citó la necesidad de incrementar la eficiencia y la calidad de los servicios.
Para lograr mayor eficiencia debemos elevar el ingreso medio por turista y reducir el consumo energético sin afectar la calidad en la prestación de los servicios, recalcó.
Sobre ese último punto, señaló que debe estar a la altura de la hospitalidad del pueblo cubano.
Tenemos que elevar el estándar y el producto turístico nuestro, es la batalla principal junto a una mejor eficiencia y la obtención de mayores ingresos, insistió.
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