El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó este 28 de mayo que su país condena la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de China.
El canciller, en su cuenta de Twitter, también expresó el respaldo al derecho del gigante asiático de velar por el bienestar de todos sus ciudadanos.
Saludamos decisiones de #China para consolidar desarrollo, recuperarse de #COVID19 y fortalecer institucionalidad, legalidad y seg. nac. en todo su territorio#Cuba condena injerencia en asuntos internos d China y respalda su derecho a velar por bienestar de todos sus ciudadanos
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) May 28, 2020
El jefe de la diplomacia de la isla saludó asimismo en su mensaje las decisiones de China para consolidar su desarrollo, recuperarse de la Covid-19 y fortalecer la institucionalidad, legalidad y seguridad nacional en todo su territorio.
Este apoyo se genera ante la campaña contra la aprobación, por el Parlamento del país asiático, de una decisión para formular una ley de seguridad nacional en Hong Kong, que tiene en los funcionarios del gobierno estadounidense a sus principales instigadores.
La víspera el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, dijo en Twitter que informó al Congreso que «Hong Kong ya no es autónomo de China, dados los hechos sobre el terreno», de lo cual se derivarán consecuencias en diversos ámbitos.
Por su parte, el primer ministro chino, Li Keqiang, exhortó a Estados Unidos a manejar con prudencia cualquier diferencia bilateral y evitar confrontaciones, sobre todo por la intromisión en sus asuntos internos.
Hong Kong es una región administrativa especial del gigante asiático, que mantiene ese estatus bajo la fórmula de un país, dos sistemas; pero tanto Washington como otras potencias, alientan su separación definitiva.
La Asamblea Nacional Popular china (Parlamento) aprobó este jueves la elaboración de una ley de seguridad nacional en Hong Kong, con el propósito de neutralizar la organización y ejecución de actos de terrorismo, secesión, subversión del poder del Estado y de intromisión foránea.
Los paises occidentales no deberian interferir en la situascion reinante en Hong Kong, PERO la abrumadora mayoria de la poblacion hongkpnesa rechaza los planes de Beijing de introducir formulas antidemocraticas, tales como la imposicion de funcionarions no elegidos democraticamente sino sennalados al dedo como es comun en China continental. Al final Hong Kong no podra soportar la resion y tendra que decir adios a su sistema de gobierno q. con los defectos que pueda tener es superior al de la China continental.