El ataque terrorista contra la embajada cubana en Estados Unidos es resultado directo de la política hostil del gobierno norteamericano contra la isla, denunció ante la ONU el país caribeño mediante una carta difundida este viernes.
En la misiva, dirigida al presidente de la Asamblea General de la ONU, Tijjani Muhammad-Bande, la nación antillana recordó que en la madrugada del pasado 30 de abril el ciudadano de origen cubano Alexander Alazo Baró disparó 32 proyectiles de un fusil semiautomático de asalto contra el edificio de la legación en Washington D.C., en el que se encontraban 10 funcionarios.
‘Este grave incidente puso en peligro las vidas y la seguridad del personal de la misión diplomática y de sus familiares. Como resultado de los impactos, se reportaron daños materiales al inmueble’, añadió el texto, enviado por la representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodríguez.
A raíz de lo sucedido, la embajadora instó a Muhammad-Bande, en su capacidad de presidente de la Asamblea General, a emitir una declaración que condene tal acto, teniendo en cuenta la firme posición de ese órgano contra el terrorismo internacional.
También le solicitó que tenga a bien distribuir la carta, fechada el 27 de mayo y divulgada este viernes por la misión cubana en la ONU, como documento oficial de la Asamblea General.
La diplomática criticó en el texto que el gobierno norteamericano ha optado por no condenar y no rechazar este grave ataque terrorista. ‘Su silencio cómplice alienta la ejecución de acciones similares por parte de individuos y grupos violentos que existen en los propios Estados Unidos’.
Sostuvo que este acto terrorista es un resultado directo de la política y del discurso agresivo y de odio del ejecutivo de Washington contra Cuba.
Asimismo, está relacionado con ‘la permanente instigación a la violencia de políticos estadounidenses, incluidos altos funcionarios del Departamento de Estado y la embajada estadounidense en La Habana; así como de grupos extremistas anticubanos que han hecho de este tipo de ataques su medio de vida’.
La diplomática aseguró que es imposible separar un hecho como este del recrudecimiento del ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra la isla, que incluye medidas no convencionales, incluso durante la pandemia de la Covid-19.
Advertimos que la campaña estadounidense contra la cooperación médica internacional y sus calumnias contra el personal médico cubano que labora en terceros países constituye también una instigación a la violencia contra estos, como ya se demostró en meses recientes, añadió.
La embajadora recordó que existe un historial serio de actos violentos y hostiles, incluidos actos terroristas, contra funcionarios diplomáticos cubanos designados en Estados Unidos, tanto en la sede de Washington como en la Representación Permanente ante la ONU en Nueva York.
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